El miércoles 20 de agosto de 2025, el fútbol sudamericano vivió una de sus jornadas más oscuras. El duelo de vuelta de octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile dejó de ser un partido y se transformó en un violento enfrentamiento.
Apenas iniciada la segunda mitad, la atención del Estadio Libertadores de América se trasladó de la cancha a las gradas. Donde se produjeron graves incidentes entre los hinchas.
Una noche de horror en Avellaneda terminó en tragedia durante el partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile. Los únicos 48 minutos de fútbol, con goles de Lucas Assadi y Santiago Montiel (1-1), quedaron opacados por la violencia desatada en las gradas.
Una organización que dejó bastante que desear
La falta de seguridad y control policial permitió que los enfrentamientos se intensificaran, dejando imágenes que marcarán la historia del club y del torneo. Más adelante, se determinarán las responsabilidades correspondientes.
Durante la primera mitad del partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, la barra de la U, ubicada en la tribuna visitante superior, lanzó palos, piedras, asientos e incluso una bomba de estruendo hacia la hinchada local. Al minuto 48, tras un retraso en el inicio de la segunda mitad, el encuentro se suspendió definitivamente.
Los jugadores ingresaron a los vestuarios con la expectativa de reanudar el juego en 20 minutos, pero nunca volvió a retomarse. Mientras parte de los hinchas de Independiente ingresó al campo, el grupo más radical de la U subió a la grada local. Desatando un caos total con enfrentamientos violentos en Avellaneda.
En medio de los violentos incidentes en el partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile en Avellaneda, algunos hinchas atacaron con palos a los aficionados visitantes. Un hombre fue arrojado desde la grada tras ser empujado, mientras que otro se desmayó después de recibir un golpe en la cabeza. Las imágenes que dejaron los enfrentamientos muestran un escenario caótico, con varios cuerpos ensangrentados y abandonados en las gradas, evidenciando la magnitud de la violencia que se desató, según consignó As.
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