“Free as a Bird” siempre tuvo un aire de misterio y nostalgia, como esas joyas encontradas entre recuerdos olvidados: un demo inquietante de John Lennon, rescatado del olvido y convertido en un himno póstumo de los Beatles. Treinta años después de su lanzamiento en 1995, esta canción vuelve con nueva vida en «Anthology 4», el disco adicional que s esuma a la reedición de los tres volúmenes de «Anthology» que estarán disponibles el viernes 21 de noviembre. Y entrega un sonido actual que respeta su esencia original.
La fuerza de esta versión está en su claridad. El nuevo mix elimina la confusión y aspereza que tenía la versión original, provocadas por la calidad limitada de la cinta demo. «Free as a Bird» suena fantástica. Una remasterización muy bien equilibrada y mucho más potente que el original. Una canción que siempre fue memorable ahora se escucha con una presencia casi tangible. Las guitarras acústicas se sienten más claras, y la batería de Ringo tiene más fuerza y profundidad. Incluso un detalle pequeño, como la adición de una pandereta, apenas perceptible, aporta frescura sin cambiar la esencia.
La limpieza de la voz permite notar detalles en la interpretación de Lennon que antes pasaban desapercibidos. Y aquí aparece un debate entre los fans de los Beatles. Algunos disfrutan escuchar la voz de John más clara, descubriendo pequeños matices que nunca habían notado. Otros creen que su voz quedó demasiado limpia. Por muy bueno que sea Giles Martin en lo técnico, hay quienes piensan que no logra captar el espíritu y la intención artística de la música ni el gusto de John. Este contraste muestra el delicado equilibrio entre técnica y emoción. Algunos celebran la claridad, otros sienten que se perdió el toque emocional que tenía la versión original.
De todas formas, este relanzamiento es más que un simple recuerdo del pasado. Es clara y actual. Va más allá de la nostalgia simple. Funciona como una manera de conectar el pasado con el presente. Y este es el punto importante: «Free as a Bird» nunca fue solo un recuerdo. El nuevo mix la convierte en un puente entre épocas. Nos muestra que sigue vigente y manteniendo viva la conversación con el pasado.
Este «Free as aBird» modelo 2025 está muy bien pensado y transmite emociones. No es solo un retoque en la superficie, sino una revisión profunda que busca superar los problemas técnicos del pasado sin perder la autenticidad artística. El resultado: una joya que nos acerca a John, pero más clara, más real, más humana. En un mundo donde la música de los Beatles sigue viva, esta nueva versión se convierte en un símbolo de continuidad. Nos recuerda que su música no es solo historia; sigue renovándose y conectando con nuevas generaciones, como si el acto de «volver a volar» no tuviera fin.
El track, que se lo debemos a MAL, la productora de Peter Jackson que logró limpiar la pista vocal de John Lennon, no busca reemplazar el pasado, sino conversar con él. Nos da una versión más clara y presente, que resalta lo que su autor quiso transmitir —aunque no sin polémica, porque esa limpieza puede parecer fría para algunos fans que se han manifestado desde hace unos días en redes sociales.
En la radio del rock, podemos decir que esta reedición es un homenaje honesto y técnicamente impecable que devuelve a «Free as a Bird» su condición de himno duradero. Es como una cápsula del tiempo más cercana, pero aún mágica. Una señal de que el vuelo de los Beatles todavía no ha terminado.
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