En un nuevo programa de Palabra Que Es Noticia, Andrea Moletto conversó con Carlos Basso, periodista de investigación y autor de “Nuestro pedacito de cielo”, sobre el sicariato en Chile, a propósito de la compleja red de crímenes tras el asesinato del Rey de Meiggs.
Crimen organizado en Chile
Según datos del Ministerio Público, los delitos de secuestro aumentaron un 2,1% durante 2024, con 868 casos registrados, de los cuales más de un tercio están vinculados al crimen organizado. Para Basso, esta cifra visibilizaría apenas una fracción del fenómeno, pues existiría una «cifra negra» de secuestros que no son denunciados, especialmente aquellos ocurridos entre bandas criminales.
En esa misma línea, Basso se refirió al secuestro extorsivo, señalando que es “el secuestro de personas a cambio de cantidades de dinero. Quienes están ejecutando ese secuestro, tienen una ganancia muy significativa. Es un fenómeno que ya llegó, que ya se instaló, que muy difícilmente se va”. Citó el caso de un traficante preso que pagó 500 millones de pesos por la liberación de su esposa e hija. “Eso demuestra el nivel de rentabilidad de este delito”, indicó.
Basso también enfatizó que la legislación chilena aún no está a la altura del fenómeno, pues habría penas por secuestro de apenas 541 días. Además, señaló que “el Estado se contrajo en un sector importantísimo de Santiago, Estación Central. Dejó que ese sector fuese objeto de una serie de hechos delictivos”.
La situación en Meiggs
Respecto al sicariato, el caso del “Rey de Meiggs” no es aislado. Basso reveló al menos cuatro asesinatos por encargo en el sector de Meiggs desde 2023, todos ligados a conflictos entre prestamistas informales y bandas criminales. Según el periodista, en Meiggs operan múltiples redes. Bandas transnacionales, grupos como los Pulpos Peruanos, exfuncionarios policiales conocidos como los Pulpos Verdes, prestamistas ilegales, y mafias dedicadas a la falsificación de productos.
También alertó sobre la diversificación de las víctimas. Si antes los secuestros se daban entre bandas rivales del narcotráfico, hoy también afectan a migrantes, empresarios, turistas y chilenos. “En Santiago Centro, operó hace unos dos años un grupo del Tren de Aragua que era conocido como el grupo del Caracas. Fue el primero que traspasa este tipo de víctimas, que deja de secuestrar venezolanos y empieza a secuestrar personas de otros países, secuestrando un ciudadano chino. A esa persona le cortan un dedo en medio del secuestro, es una cosa muy tradicional que ellos graban vídeo y envían vía WhatsApp a sus seres queridos. Después empiezan a secuestrar personas que son chilenas”, señaló.
Basso finalizó señalando que “Meiggs es una expresión de cómo se nos instaló el crimen organizado como consecuencia de toda una cadena de gente, que va desde los prestamistas informales, que financian estas actividades, hasta estas bandas que están dispuestas a cometer sicariatos, secuestros, que están dispuestas a asaltar a personas ahí mismo”.
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