Hammuravi, el proyecto que comenzó como una aventura personal de Naty Lane, la ex bajista de Adelaida, ahora se transformó en una banda y es así como se presenta su segundo álbum, “El Ocaso de la Bestia”. 9 canciones que transitan entre el rock alternativo, dream pop y bubble grunge. De ahí ya han destacado cortes como “El Rencor”, “Baby” y “Cristales” y “E.G.O”.
Esta vez, a diferencia del álbum anterior “Fuego Negro”, donde las letras abordaban memorias de infancia y vivencias personales de Naty, este segundo trabajo nace como un esfuerzo colectivo desde y para la banda. Y apunta hacia una narrativa centrada en los vínculos, los afectos y las relaciones humanas.
Hablamos unas palabras con Naty Lane al respecto:
-Lo primero que llama la atención es la transformación del proyecto en una banda, ¿cómo se dio?
-Pasó que desde el disco anterior, que fue un disco que hice casi sola, el disco “Fuego Negro”, empecé a presentar ese disco en vivo y a trabajar con algunos amigos músicos que después finalmente terminaron formando lo que es la banda ahora.
-¿Cómo fue para ti ese cambio? ¿Te acomodaba ser solista? ¿O en realidad es mejor en grupo?
-Sí, ya con el montaje del disco anterior en vivo, empezó a ocurrir un fiato entre los integrantes, entonces el tema de hacer un disco nuevo, empezar a componerse, empezó a dar de manera súper natural y fluida. Y aparte que también somos todos amigos, entonces ahí hay una buena onda de por sí. Nos comunicamos súper bien musicalmente, tenemos mucho respeto entre nosotros. Entonces un proceso que se dio de manera bacán, siento yo que todos lo disfrutamos mucho.
-En lo musical también hay cambios, más exploración, más experimentación, otras instrumentaciones, sampleos, ¿cómo ha sido también ese trabajo?
-Ese trabajo corresponde también a una búsqueda de salir de lo que ya todos veníamos haciendo por nuestro lado. Todos los integrantes tienen sus proyectos también, otras bandas aparte del corte rockero, entonces el tema de la inclusión de sintetizadores, samples y cosas, fue también un descubrimiento. Algo que quisimos incluir en el momento de la preproducción del disco. Cuando hicimos las maquetas, los demos, ahí empezamos a jugar con esos elementos. Finalmente nos gustó porque nos abre un nuevo camino. Así que nada, feliz por poder tener la posibilidad de jugar con nuevos instrumentos. En el disco pasado, por ejemplo, trabajamos con Maximiliano, que es un violinista, ahí tuvimos como otro tipo también de instrumentos, tuvimos harta percusión y sonidos más atmosféricos. El de ahora, claro que es un disco en que se trabaja mucho más la guitarra, las guitarras más rockeras. Y bueno, el tema del sampler y los sintetizadores también.
-En cuanto a las letras también hubo un cambio, primero se trataba de tus vivencias personales y ahora abordan las relaciones humanas, ¿cómo fue abordar ese nuevo enfoque?
-Sí, el disco anterior era mucho más personal, fue también creado y compuesto en otro contexto, más familiar. Yo estaba viviendo con mi familia porque tuve un accidente. Entonces tuve que estar todo el tiempo de pandemia casi sin poder caminar. Y hubo todo un rollo ahí, que me removió por dentro y me inspiró a componer esas canciones y esas letras. Que son un poco más etéreas versus las letras del disco de ahora que hablan de las relaciones entre las personas, la amistad, el amor y como también las visiones van cambiando cuando uno va envejeciendo, como tú vas viendo la vida también.
-¿Cómo sientes que fue recibido el debut de Hammuravi cuando salió? Considerando que ya había gente que te conocía por Adelaida, ya tenías un nombre.
-El primer trabajo es un EP que nosotros hicimos con Claudio de Adelaida, Jurel Sónico, el año 2015 más o menos. Y ese EP lo sacamos y a toda la gente le gustó, era mucho más con bases electrónicas, era otro rollo y lo mostrábamos y todo bien. Pero ahí justo en ese momento yo entré a Adelaida, entonces ese proyecto quedó en stand-by por un tiempo hasta que ya años después lo retomé con el disco “Fuego Negro”. Y ya después de eso siguió como una banda hasta el día de hoy.
-Todo esto se complementa además con tu labor como escritora, ya tienes 3 libros publicados, viene otrro en camino y ha servido como complemento a esto de la música, ¿cómo sientes que juegan las dos cosas en paralelo?
-Es un trabajo que yo siento que es bastante similar en el sentido de que uno va desde las ideas más macro, puliendo, hasta que ya tienes el resultado que es el libro o el disco. El tema de la escritura es mucho más personal, no es colectivo, pero te ves muy influenciada al igual por todo lo que pasa a tu alrededor. Por tus propias vivencias, por las vivencias de otras personas, por lo que tú ves en la sociedad, entonces en ese sentido es similar el proceso de lo macro a lo micro. Sólo que la escritura es para mí algo mucho más personal, mantiene mucho más la esencia de la persona que la escribe.
-¿Sirve para expandir las ideas, de poner en un libro lo que no se alcanza a decir en las canciones y viceversa?
-Sí, pero fíjate que por ejemplo igual hay un desafío también en el tema de las letras en la música, porque como tú dices hay cosas que cuesta mucho resumirlas y adaptarlas a lo que es la letra de una canción, que es más limitado por la estructura misma de la canción. Pero ahí también está el desafío con cómo tú logras en pocas frases plasmar cosas que quizás son más complejas y de las cuales necesitarías explayarte más.
-Ya han estado tocando en ciudades como Viña del Mar y Concepción, ¿vienen más fechas y cosas?
-Sí, vamos a estar en la Cervezocracia de Valparaíso el 16 de agosto. Y también tenemos una fecha en Santiago, que no hemos querido todavía anunciarla porque estamos esperando la confirmación del local. Los locales a esta altura del año igual ya están bastante copados. Hay harta gente que ha sacado material nuevo y músicos que quieren mostrar también su trabajo. Así que ahí vamos a ir anunciando apenas se vayan confirmando todas esas fechas.
Actualmente, Hammuravi es: Naty Lane (voz y guitarra), Luis “Gato” González (guitarra y coros), Francis Fernández Bazáez (bajo y voz), y Matías Montecino (batería). Para el en vivo se suma también el tecladista Patricio Fernández, quien expande el sonido en vivo gracias a la incorporación de sintetizadores y samplers.
Escucha «El Ocaso de la Bestia», lo nuevo de Hammuravi: