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Don’t Tread On Me cumple 34 años: el intento de Metallica por dar su postura política

El single fue lanzado a finales de agosto de 1991, siendo uno perteneciente al Black Álbum, una de las piezas más aclamadas del grupo.

Metallica Black Album

Cuando Metallica lanzó el Black Album en 1991, el grupo dio un giro decisivo hacia un sonido más pulido y accesible, dejando atrás la crudeza de su etapa thrash.

Dentro de este nuevo repertorio cargado de himnos inmortales como Enter Sandman, Sad But True o The Unforgiven, se encontró Don’t Tread on Me, una de las canciones más polémicas del LP.

¿Una canción que merecía ser un single?

La canción, con su riff cortante y un estribillo marcial, representó un intento de la banda por dar una postura política, apelando al espíritu patriótico estadounidense y tomando prestada la famosa frase y simbología de la bandera de Gadsden, un ícono asociado con la independencia norteamericana. En cierto modo, fue la versión de Metallica de lo que Megadeth había hecho un año antes con Holy Wars… The Punishment Due: un discurso directo sobre política y conflicto.

Sin embargo, mientras la composición de Mustaine se volvió un clásico por su complejidad y su crítica frontal a la guerra y la religión, Don’t Tread on Me, no tuvo el mismo impacto. Su mensaje fue recibido como ambiguo y, para muchos, sonó más cercano a un eslogan patriótico que a una reflexión profunda. En un álbum que redefinió la masividad del metal, este track terminó quedando en segundo plano, eclipsado por la contundencia y trascendencia de sus compañeros.

Como surgió «Don’t Tread On Me»

En una entrevista realizada por la época del estreno, el líder y fundador del grupo, Lars Ulrich, declaró lo siguiente: «Después del cinismo y los ataques lanzados al sistema estadounidense en Master of Puppets y And Justice for All, discos que irónicamente por su éxito nos llevó a viajar y conocer el mundo, permiti a James escribir ahora canciones en las cuales se resalte el sentido patrio, porque no hay lugar como tu hogar. ¡Sabes, sin importar que tan corrupto sea el sistema, o qué tantas porquerías pasan de las que no sabemos, para nosotros Estados Unidos sigue siendo un lugar agradable, cómodo y emocionante del mundo!

Ulrich también agregó: «Así que creo que después de hablar mal del país por tanto tiempo, James pensó que escribiría algo desde otra óptica. Ya sabes, ningún lugar es completamente malo, ni totalmente bueno».

Hoy, a más de tres décadas de su lanzamiento, Don’t Tread on Me permanece como una curiosidad dentro del catálogo de Metallica: un experimento fallido en lo lírico, que intentó dar voz política a una banda acostumbrada a hablar más de emociones internas, oscuridad existencial que de banderas y nacionalismos. Un paso que, aunque no resultó, sigue siendo testimonio de un grupo que no temía explorar terrenos incómodos en pleno auge de su carrera.


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