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A 41 años de «Haunting the Chapel», el EP que transformó a Slayer y definió el thrash metal

La banda dejó atrás las influencias del heavy metal tradicional para abrazar un sonido más agresivo, oscuro y radical con la producción lanzada el 04 de agosto de 1984.

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En 1984, después del éxito de su primer disco «Show No Mercy» —el más vendido del sello Metal Blade— el productor Brian Slagel decidió lanzar un EP para aprovechar la creciente fama de Slayer. Así nació «Haunting the Chapel», grabado en Track Record Studios, en North Hollywood, con Bill Metoyer como ingeniero de sonido. Aunque la grabación fue muy básica —la batería se tocó sobre un piso de cemento, sin alfombra— esa crudeza le dio al disco una energía intensa que terminaría marcando su sonido.

«Haunting the Chapel» tenía originalmente tres canciones: «Chemical Warfare», «Captor of Sin» y «Haunting the Chapel». Más adelante, en versiones en CD, se sumó «Aggressive Perfector», un tema que ya había salido en la recopilación Metal Massacre Vol. 3 y que posiblemente fue la primera grabación de Slayer. Con una duración de solo 13 minutos y medio (o casi 17 con la canción extra), este EP es breve pero muy poderoso. En esas pocas canciones, Slayer dejó atrás su estilo inicial, influenciado por bandas como Judas Priest. Y lo mezcló con la velocidad y agresividad del punk. Así, dio lugar a un nuevo sonido mucho más violento y directo.

El disco arranca con «Chemical Warfare», considerada una de las mejores canciones del metal extremo. Tiene un riff que se repite de forma hipnótica y que va creciendo en tensión hasta estallar en un estribillo que suena como una guerra total. La batería rápida, las guitarras filosas y la voz agresiva de Tom Araya crean una atmósfera de caos y destrucción. Después viene «Captor of Sin», un poco más lenta, con un ritmo más marcado y oscuro. Aunque no es tan rápida como la primera, mantiene la fuerza y demuestra cómo la banda ya manejaba muy bien la composición y los cambios de ritmo.

«Haunting the Chapel», la canción que da nombre al disco, cierra el EP con riffs oscuros, cortes inesperados y un solo intenso. No es el tema más famoso de Slayer, pero redondea el disco de forma potente y prepara el camino para lo que vendría después. «Aggressive Perfector», incluida en ediciones posteriores, es una canción más cercana al heavy metal clásico. Muestra cómo sonaba Slayer en sus inicios y, aunque es menos feroz que las otras, ayuda a entender la evolución de su estilo.

Aunque el EP no tuvo éxito en ventas ni apareció en listas de popularidad, fue muy importante para los fans y la crítica. El sitio AllMusic le dio tres estrellas y lo destacó como un paso clave en la transformación del sonido de Slayer hacia el thrash metal que definirían en sus siguientes discos. Músicos como Karl Willetts (Bolt Thrower) y Chuck Schuldiner (Death) lo mencionaron como una gran influencia. Willetts habló del sonido de guitarras “como nunca antes se había escuchado”, y Schuldiner dijo que ese disco «le cambió la vida». Se lo considera una mezcla perfecta de punk y metal, una obra clave en la historia del metal extremo, capaz de capturar la energía del punk y la técnica del metal en muy poco tiempo.

A pesar de su corta duración, «Haunting the Chapel» es una pieza fundamental para entender cómo Slayer pasó del metal tradicional a convertirse en pioneros del thrash y el death metal. Es el puente entre «Show No Mercy» y discos tan importantes como «Hell Awaits» y «Reign in Blood«, y marca el estilo y la actitud que harían de Slayer una banda legendaria. Canciones como «Chemical Warfare» y «Captor of Sin» todavía se tocan en vivo, lo que muestra que siguen siendo parte del corazón de su legado. Cada nueva reedición del EP resalta su importancia, no como un simple complemento, sino como una obra clave y valiente. «Haunting the Chapel» no fue solo un disco más: fue una declaración de intenciones. En apenas unas pocas canciones, Slayer dejó claro que no pensaban seguir las reglas, sino romperlas y crear unas nuevas.


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