En tiempos donde la perfección técnica suele ser el estándar, Chignosis decide ir en la dirección opuesta con su primer disco. Un trabajo profundamente personal, construido en su mayoría sobre la base de improvisación y grabado en la intimidad de una habitación pequeña. En su mayoría, durante la pandemia.
Con un 90% del material improvisado – salvo los coros, que se grabaron por separado –, el disco se gestó casi como un diario sonoro: “Intentamos grabarlo de manera profesional, pero ninguna canción logró superar la frescura de las maquetas hechas en ese momento. Ahí entendí que el foco no estaba en el mensaje literal, sino en lo que transmite la música. Incluso si algunas voces no quedaron del todo pulidas”, comenta Chignosis.
Chignosis desde Concepción anuncia su primer disco grabado en pandemia
El proceso fue tan casero como el resultado: una guitarra fue cambiada por un home studio básico –una interfaz sencilla, un teclado MIDI diminuto y un micrófono SM57– con el que le dio forma a todas las canciones. Las baterías fueron programadas a mano desde ese pequeño teclado, – algunas siendo sample – aprovechando años de golpear ritmos sobre mesas y superficies improvisadas.
Producido por Carlos Garrido, mezclado e interpretado en su totalidad por Chignosis y masterizado por Diego Peralta en Estudio Subacuático, el disco es la búsqueda y el hallazgo de una voz propia. “Después de trabajar en bandas y dúos, este proyecto me permitió encontrar mi propia hipnosis”, señala.
Actualmente, Chignosis se encuentra escribiendo su segundo disco, con la expectativa de que esta vez. Ly rnas canciones puedan superar las maquetas en el estudio.
Disponible en todas las plataformas digitales.