En un nuevo programa de Palabra Que Es Noticia, Andrea Moletto conversó con Rodrigo Sandoval, Exjefe de Extranjería y Migraciones y académico de la Universidad de Chile y la Universidad Central, respecto al error en la identificación del sicario de Meiggs que terminó por dejarlo en libertad y fuera de territorio nacional.
Las pistas tras la liberación del sicario
Respecto de la información confirmada por la Fiscalía Oriente sobre la salida de Alberto Mejía por un paso fronterizo no habilitado en el sector de Chacalluta y con dirección a Perú, Sandoval apuntó a no descartar que el sicario saliera de forma regular con un documento falso. Ya que aún no se sabe qué tipo de poder encargó el sicariato y que dispuso las capacidades logísticas para la liberación y eventual salida del país.
“Una cosa es que Gendarmería, equivocadamente, deje en libertad a una persona. Pero otra distinta es que, a la salida de la cárcel, estén esperando dos sujetos y que ya haya una logística organizada para que esta persona esté en condiciones de, en poco tiempo, encontrarse ya en la frontera y lista para poder salir. Es decir, aquí hay una logística que hace sospechar que esto no ha sido solamente casualidad. Es preocupante el analizar esto como si se tratara de un error accidental”, señaló.
Para Sandoval, se trataría de “alguien que estaba bien informado. Y que dio los avisos correspondientes o generó las condiciones para que esa confusión se produjera. No creo que la jueza haya, intencionalmente, realizado esta acción con este resultado, queda demasiado expuesta. Pero no me llamaría la atención alguien que esté en condiciones de incidir en el comportamiento de la jueza, en términos administrativos”.
Un error estructural
Sandoval explicó que, en el caso de los extranjeros, la única fuente de información sobre ellos son sus documentos de identidad. Sin embargo, dado el alto flujo de migraciones irregulares, se dificulta el poder hacer un control preciso debido a que la capacidad de control está limitada a los documentos que ellos declaran, siendo muchos de ellos falsificados.
“Desde el año 2023, todas las personas, extranjeras o no, que no estén en condiciones de acreditar su identidad, inmediatamente se les debe pedir prisión preventiva y les toman las huellas. Todas aquellas personas que ingresaron desde esa fecha al Sistema Judicial, por lo menos están empadronadas de cuando entraron. No significa que sepamos quiénes son, que es el caso de esta persona, ya hay una huella de cuando él entró. El tema es que no había con qué contrastarla”, explicó.
Señaló además que se trataría de un problema que continuará repitiéndose hasta que se realicen modificaciones estructurales. “Mientras no tengamos regularizados a los casi 300.000 extranjeros que están en situación irregular, el foco no lo vamos a poner en aquellos que cometen delitos. Porque la gran cantidad de personas que están fuera del sistema es demasiada como para la capacidad de control que tienen las policías. Por lo tanto, es necesario dar una salida administrativa a aquellas personas que están en situación migratoria para poder distinguir entre ellas. Las que cometen delito y las que no”, comentó.
Además, sostuvo que dichos problemas estructurales se extienden al Sistema de Justicia. “Una jueza constató, no se sabe todavía por qué, un error en la forma en que se redactó una resolución. Y en lugar de corregir el nombre y mantener los efectos de la primera resolución, lo que hace es dictar una resolución que deja sin efecto la otra, y dispone la libertad. Y después dicta una nueva resolución que establece la detención de la persona, dentro de la misma audiencia. Es absurdo. En Gendarmería recibieron dos documentos, que son justamente los que disponían la libertad, y cuando ya la persona se había ido, aparece el tercero”, argumentó.
El Exjefe de Extranjería y Migraciones hizo un llamado a las autoridades a no bajar el perfil de la situación y a “confiar un poquito más en la gente y estar en condiciones de definir cuando una determinada situación puede ser episódica. Pero da connotaciones de errores estructurales”.
“Si no lo vemos como problema estructural, nunca vamos a dar soluciones estructurales y siempre vamos a dar soluciones de anécdota. Hoy día estamos ridiculizando a la jueza que se queda dormida, a los eventuales gendarmes. Eso no va a resolver nada. Porque a la vuelta de la esquina vamos a tener episodios similares”, añadió.
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