Tras el fallecimiento de Ozzy Osbourne a los 76 años, los homenajes al legendario «Príncipe de las Tinieblas» siguen llegando, no solo por sus icónicos años con Black Sabbath, sino también por la asombrosa reinvención de su carrera como solista. En el centro de esa transformación se encontraba una figura crucial cuya vida se vio trágicamente truncada: el virtuoso de la guitarra Randy Rhoads.
El resurgimiento de Osbourne como solista a principios de los 80, tras ser despedido de Black Sabbath en 1979, está inextricablemente ligado a su colaboración con Rhoads. El encuentro entre ambos marcó un punto de inflexión en la historia del heavy metal. Cuando un entonces desconocido Rhoads audicionó para Osbourne en Los Ángeles, Ozzy recordó más tarde que quedó tan impresionado por su forma de tocar que lo contrató al instante. «Este chico tocaba como un ángel y un loco a la vez», dijo Osbourne en su famosa frase.
«Quería ser más convencional sin venderme, quería ser más accesible. Fue un proceso lento al principio, hasta que conocí a alguien que me puso en contacto con Randy Rhoads. Entonces todo encajó. Sabía instintivamente que él era algo muy especial. Era como un regalo de dios. Una cosa que él me dio fue esperanza, me dio una razón para continuar», recordó el Príncipe de las Tinieblas en 2020 en «Biography: The Nine Lives of Ozzy Osbourne».
Ozzy Osbourne y Randy Rhoads
El pasado 19 de marzo, Ozzy Osburne recordó con un emotivo mensaje a Radny Rhoads, en el día en que se cumplieron 43 años de su trágica muerte.
«Randy Rhoads fue posiblemente el mejor compositor y músico que he conocido. Llegó a mi vida como un rayo y, como si fuera un rayo, se fue. Me considero uno de los hombres más afortunados del mundo por haberlo conocido y tenido el gran honor de trabajar con él. Atesoraré el tiempo que pasé con él hasta el día de mi muerte. Viva Randy Rhoads, viva el Rock n Roll», apuntó el cantante en sus redes sociales.
Un legado en el rock
Más que un simple guitarrista, Rhoads fue coautor y una fuerza creativa en el estudio. Según Bob Daisley, bajista y colaborador de Osbourne desde hace mucho tiempo, el entusiasmo y la visión de Randy le dieron a Ozzy un nuevo propósito. «Le devolvió la confianza a Ozzy. Aportó brillantez y disciplina a la música», declaró Daisley en una entrevista de 2020 con Guitar World.
Desafortunadamente, la brillante carrera de Rhoads se vio truncada de forma devastadora.
El 19 de marzo de 1982, mientras estaba de gira con Osbourne en Florida, Rhoads falleció en un accidente aéreo con tan solo 25 años. La pérdida no solo destrozó a la banda, sino que también impactó profundamente a Osbourne personal y profesionalmente. «Cuando Randy murió, una parte de mí también murió», escribió Ozzy en sus memorias de 2010, «I Am Ozzy».
A pesar de grabar solo dos álbumes de estudio con Osbourne, Rhoads se ha mantenido como una figura destacada en la historia del rock y el metal. En 2021, fue incluido póstumamente en el Salón de la Fama del Rock & Roll con el Premio a la Excelencia Musical, un reconocimiento largamente esperado a su impacto artístico.
En su discurso de inducción, Osbourne reiteró la importancia de Randy en su vida: «Sin Randy, no habría existido la carrera en solitario de Ozzy. Punto final».
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