En 2002, MTV sacudió la televisión al estrenar «Los Osbournes», el reality protagonizado por Ozzy Osbourne y su familia.
Lo que parecía un experimento insensato, capturar el día a día del «Rey de las Tinieblas» en situaciones cotidianas, se convirtió en un fenómeno que redefiniría el género reality.
La importancia de «Los Osbournes»
Según The Hollywood Reporter, el show fue un «experimento televisivo que cambió para siempre la forma de hacer reality shows». La «docuserie» mostró a Ozzy lidiando con tecnología moderna, peleas domésticas y sus célebres excentricidades (The Hollywood reporter destaca en su nota, la frescura que fue ver al ícono del heavy metal enfrentarse a desafíos comunes). Esta combinación de celebridad y vulnerabilidad auténtica y sin guion, hizo que millones de espectadores se sintieran identificados con la familia Osbourne. Lo que generó niveles récord de audiencia en ratings y consolidó al programa como uno de los más vistos en la historia de MTV.
El impacto fue inmediato y profundo. Ganó un Emmy en 2002 y transformó las expectativas del público hacia figuras públicas, además que pavimentó el camino para programas posteriores como «Keeping Up with the Kardashians», «The Simple Life» y «The Baldwins». El contraste entre la imagen oscura de Ozzy en el escenario hacia su faceta entrañable y desorientada en el hogar permitió que se le viera no sólo como una leyenda del metal, sino también como un padre torpe y un esposo cariñoso. Lo que reforzó su relación con una audiencia más amplia.
Más allá de ver el programa como un vistazo intimo a la vida del músico, el show también influyó decisivamente en cómo vemos la fama. Rompió barreras entre la vida pública y privada de los famosos. En definitiva revolucionó el concepto que se tenia del entretenimiento televisivo.
A más de dos décadas de su estreno, «Los Osbournes» sigue siendo un referente insoslayable hacia los «realitys». Un modelo que transformó para siempre la manera en que consumimos la vida de las celebridades.
