Jim Martin: estas son sus 5 mejores guitarras en Faith No More, según Futuro

Jim Martin dejó una huella imborrable en su paso por Faith No More desde su fundación en 1985 hasta su salida poco después del estreno del icónico «Angel Dust«.  Su estilo potente, directo y con tintes thrash contrarrestaban con los angelicales teclados de Roddy Bottum, a la vez que se sincronizaban de manera perfecta con los agresivos bajos de Billy Gould.

En su cumpleaños número 64 repasamos cinco momentos, donde su guitarra brilló con la fuerza destructiva que caracteriza a FNM.

Kindergarten

Este track de “Angel Dust” es un ejemplo del enfoque atmosférico y envolvente de Martin. Aunque menos agresivo que otros temas, su guitarra ofrece un acompañamiento sombrío que potencia la nostalgia y oscuridad de la letra. Los acordes disonantes y el efecto de delay contribuyen a ese aire decadente que atraviesa toda la canción. A pesar de las diferencias creativas que aquejaron al grupo durante aquella época, Martin imprimió su innegable talento en «Kindergarten».

The Morning After

El octavo track de “The Real Thing”. Esta canción muestra la faceta más melódica del guitarrista. Aquí, Martin entrega riffs más limpios y una estructura menos saturada, permitiendo que cada nota respire. El equilibrio entre la distorsión contenida y los arreglos armónicos genera una atmósfera inquietante pero increíblemente atractiva. Sin duda uno de los temas más infravalorados en la discografía de los californianos.

Surprise! You’re Dead!

Una descarga de furia incontrolada. Martin canaliza toda su influencia metalera en este tema de ritmo vertiginoso. Sus riffs son filosos, veloces y con una ejecución impecable que recuerda a Slayer o Metallica. La guitarra es la columna vertebral de esta canción, rugiendo con violencia mientras Mike Patton escupe sus líneas. Este viaje mortal de 2 minutos y medio, deja que el agresivo tono de la guitarra de Martin tome posesión de tu oído, como una espiral eterna de la cual no se puede escapar.

Zombie Eaters

Una pieza que permitió a Martin manifestar su emotividad a través de las cuerdas y mostrar su rango dinámico. Desde la acústica inicial hasta los arrebatos eléctricos, su guitarra lleva al oyente por un viaje emocional. Los cambios de intensidad están perfectamente manejados, y cuando llega el clímax, Martin desata una tormenta de riffs épicos y pesados. Que terminan por completar la inquietante atmósfera que «Zombie Eaters» trae a colación.

Epic

La canción insignia de «The Real Thing» no sería la misma sin la guitarra de Martin. Desde el riff principal tan memorable al rap de Patton o el bajo de Gould, pasando por su épico solo (tal como el nombre del track), eleva la interpretación de la canción, que la convierte en un himno. Es agresiva, melódica y absolutamente inolvidable. En entrevistas Martin ha declarado que su aporte dentro del track solo fueron improvisaciones, la canción está tan llena de elementos sonoros que el músico no sabía qué elementos añadir: «Yo nunca entendí muy bien qué mierda podía hacer con mi guitarra para aportarle algo. Deje que los chicos la trabajaran, la tocarán varias veces y yo solo fui «jammeando» en torno a eso.»