Por muy nebulosa que pueda ser la historia del rock and roll a la hora de datar desarrollos musicales de amplio espectro, podemos señalar con seguridad 1983 como el año en que las esporádicas manifestaciones de «speed metal» se consolidaron en la verdadera definición del thrash metal. Hasta entonces, había que rebuscar entre montones de metal de los 70 para encontrar ocasionales temas potentes. Ahí entran «Paranoid» de Black Sabbath, «Stone Cold Crazy» de Queen y «Exciter» de Judas Priest. Y si bien la trascendental llegada de Motorhead a finales de la década coincidió con la de numerosas bandas de la New Wave de Heavy Metal británico, más consistentemente enérgicas (Raven, Venom, etc.), no fue hasta que una nueva generación de emergentes llevó esas lecciones (además de las del punk rock) a otro nivel que nació el auténtico thrash.
Si bien Pantera y Sepultura han incursionado en el thrash, acá rescatamos bandas que han llevado la bandera del thrash a lo largo de sus carreras. Cuatro décadas después, las obras seminales de los 10 artistas listados a continuación siguen inspirando pogo e influyendo en todo tipo de bandas.
Y en pleno mes de aniversario de Futuro, la radio del rock, elegimos las 10 mejores bandas del thrash metal. Y los invitamos a ver el impecable documental «Murder In The Front Row: The San Francisco Bay Area Thrash Metal Story» en Prime Video.
Metallica
Hay tres razones para que Metallica esté en esta losta. Y son «Kill ‘em All», «Ride the Lightning» y «Master of Puppets». El primer disco literalmente encendió la llama del thrash metal en el verano del 83. Su segundo LP amplió sus parámetros sin fin y demostró que el thrash podía progresar y no sería una moda pasajera. Y el tercero consolidó decisivamente la conciencia mainstream del movimiento con un conjunto de canciones tan impecable como los fans jamás hayan visto. Con esos tres LPs esenciales, Metallica estableció y elevó repetidamente el listón para la conquista global del thrash metal para que todos los anteriores cosecharan sus propios frutos.
Slayer
Para quienes no sean lo suficientemente curiosos como para ver más allá de los fundamentos del «Big Four», no cabe duda de que Slayer personifica el thrash metal en su extremo más puro. ¿Y por qué no? Ninguna banda de thrash ha contribuido tanto a inflamar la sensibilidad del mainstream. Todo gracias a sus letras, que alternan entre satánicas y bélicas. Y a pesar de algunos desafortunados encuentros con otros géneros a lo largo de los años, el cuarteto angelino creó el álbum de thrash por excelencia. Ahí está «Reign in Blood» de 1986. Sigue siendo el disco de 28 minutos más letal jamás grabado. Y eso sin desmerecer los otros cuatro álbumes (y un EP) publicados durante la devastadora primera década de la banda. Todos marcaron el ritmo de la evolución del thrash.
Megadeth
Independientemente de lo que pienses de Dave Mustaine, quien a veces puede ser polarizante, se merece todo el crédito del mundo por transformar algo negativo en algo enormemente positivo. Tras su salida de Metallica, Mustaine merece un inmenso reconocimiento por salir adelante por sí mismo y canalizar una insaciable sed de venganza en una nueva banda. Megadeth cuenta con el catálogo más extenso de los artistas aquí mencionados. A lo largo de su trayectoria, probablemente ha generado más controversia y ha generado más artículos de revista convincentes que cualquier otro artista de thrash en la historia. Los monumentales LPs «Peace Sells…But Who’s Buyng?» y «Rust in Peace» dan fe de ellos. Todo con letras que invitan a la reflexión y un virtuosismo alucinante.
Anthrax
Los primeros cinco álbumes de Anthrax, y en particular los monolitos gemelos de «Spreading the Disease» y «Among the Living», sentaron las bases sin las cuales el thrash metal simplemente se derrumbaría. Y posiblemente ninguna otra banda en esta lista contribuyó más al léxico del thrash. Sobre todo popularizando la palabra «mosh». Y, sin embargo, la reputación de Anthrax se vio empañada por su afición por los pantalones cortos de surf y un sentido del humor desacertado. Pero son uno de los «cuatro grandes». Y eso no se los quita nadie.
Testament
Una de las bandas originales de thrash del Área de la Bahía. Testament flaqueó brevemente cuando el vocalista principal Steve «Zetro» Souza desertó a Exodus. Pero pronto recuperaron el tiempo perdido después de reclutar al hombre-montaña de cuero Chuck Billy para cantar (y gruñir) en su espectacular debut de 1987, «The Legacy». En pocas palabras, ninguna banda tuvo una mejor oportunidad de desafiar a Metallica por su corona de thrash como Testament. Esto, gracias a su inusual mezcla de sensibilidad melódica y salvajismo controlado. Pero su llegada tardía a la escena se convirtió en una desventaja una vez que el thrash fue enterrado bajo la avalancha del grunge después de 1991. Afortunadamente, Testament también ha luchado contra la adversidad para ofrecer algunas joyas del thrash del nuevo milenio y revivir su reputación como una de las bandas en vivo más temibles que el estilo haya producido jamás.
Exodus
Exodus son los reyes originales de la escena thrash del Área de la Bahía. Ayudaron a definir tanto la estética musical del estilo como la mentalidad «hazlo tú mismo» desde el primer día. Lamentablemente tropezó al perder al guitarrista Kirk Hammett, quien se fue a Metallica, y luego tardó demasiado en conseguir un sello discográfico para su indispensable debut, «Bonded by Blood», en 1985. Sin embargo, aunque su sonido inflexible y su producción irregular en las décadas siguientes mantuvieron a raya la dominación mundial y el éxito platino, sería difícil encontrar a otra banda, salvo quizás Slayer, que haya ondeado la bandera del thrash con tanto orgullo e inquebrantablemente como Exodus.
Kreator
Fuera de Estados Unidos, ningún país contribuyó con más bandas de élite a la causa del thrash metal que Alemania. Hogar de literalmente cientos de instigadores del pogo. Acá entran los reconocidos «tres grandes» del thrash teutónico. Sodom, Destruction y el inimitable Kreator. Liderados por el vocalista y guitarrista Mille Petrozza, este último llenó la década de 1980 con un álbum tras otro (entre ellos, los imprescindibles «Pleasure to Kill» y «Extreme Aggression»), que presumían de ser algunos de los thrash más brutales (aunque aún técnicos) de la época. Allanaron el camino al death metal y otros géneros extremos aún por venir. Y aunque ellos también se desviaron del tema y experimentaron con numerosas influencias a lo largo de los 90, Kreator también volvió a la normalidad con una serie de éxitos deslumbrantes del nuevo milenio.
Sodom
Sodom, una de las mejores bandas alemanas, llevó el thrash a un ámbito de violencia único. Muchos olvidan que Sodom fue una banda pionera del thrash desde 1981, aunque no lanzó un álbum completo hasta 1986. Sodom ha mantenido una consistencia excepcional a lo largo de sus 14 álbumes, influyendo en toda una generación de death metal.
Overkill
Desde Nueva Jersey llega uno de los campeones más prolíficos y persistentes del thrash, Overkill. Evolucionando de una banda punk tras descubrir el metal y tomar su nombre del emblemático segundo álbum de Motorhead, la banda liderada por el vocalista Bobby «Blitz» Ellsworth y el bajista D.D. Verni rápidamente encontró su vocación en el thrash crudo y desenfadado, y desde entonces rara vez ha tenido motivos para desviarse de este camino. Celebrando más de tres décadas de existencia, con 16 álbumes de estudio en su haber, Overkill ha demostrado que solo la muerte o una bomba atómica tienen alguna esperanza de detenerlos, y eso son buenas noticias para los veteranos del thrash metal de todo el mundo.
Death Angel
Es común encontrar adolescentes con inclinaciones musicales de la misma familia tocando en bandas emergentes. Pero no es el caso de Death Angel. Sus hermanos y primos eran apenas mayores de edad (¡el baterista Andy Galeon tenía 12 años cuando se unió a la banda!). Y decidieron sumergirse de lleno en la escena thrash de su natal San Francisco. Es más, Death Angel contradijo su propia juventud con la impresionante exhibición de thrash técnico de «The Ultra-Violence» de 1987. Y luego continuó desafiándose a sí mismos con dos LPs más. Aprovecharon esa precoz musicalidad para crear estructuras de canciones cada vez más atractivas. Trágicamente, la carrera de la banda se detuvo en seco tras un terrible accidente de autobús durante la gira. Uno que dejó a varios miembros del grupo y del equipo gravemente heridos. Pero afortunadamente, una reunión de nuevo milenio ha contribuido en gran medida a reivindicar y recompensar el talento de Death Angel.