Hablar del MTV Unplugged de Alice In Chains es, sin exagerar, hablar del mejor unplugged que jamás se haya grabado. Este show, realizado en abril de 1996, pero que su transmisión tuvo que esperar hasta el 30 de julio de aquel año. No solo marcó el regreso de la banda tras años de silencio e incertidumbre, sino que también se convirtió en un testamento musical de la crudeza, sensibilidad y talento de una de las agrupaciones más inolvidables del grunge.
Ordenar sus canciones es una tarea casi imposible: cada una es una obra maestra. En las 13 canciones del repertorio, Staley, Cantrell Inez y Kinney logran una performance preciosamente emotiva y sin igual, sin embargo, aquí va una tentativa clasificación de lo que es, sin duda, un álbum sin puntos bajos:
13.- The Killer Is Me
Cerrando el set, esta inédita (hasta el momento), canción no tiene el peso emocional ni la historia del resto del repertorio, pero funciona como un epílogo sombrío. Una rareza que deja una sensación inquietante y que nos hace darnos cuenta de que las matices oscuras que la banda adoptó desde 1995 con su álbum homónimo, seguían presentes a pesar de no reunirse hace un año.
12.- Over Now
Cálida y a la vez amarga, este tema despedía de manera involuntaria al grupo, (dado el futuro incierto de la banda en ese entonces). Suena más como una reflexión resignada que una canción tradicional. Una despedida cálida en el momento, pero que conociendo todo lo que ocurrió después, se vuelve una profundamente triste y oscura.
11.- Sludge Factory
Con un tono denso y confuso, esta interpretación mantiene la vibra psicodélica de la original. Además de tener a un Layne Staley con una voz quebrada, que añadió un ambiente distinto respecto a su original. Como si fuera una canción que escucharías en otra dimensión, más precisamente en un cuento de Lewis Carroll y en conjunto al icónico error que el vocalista cometió entrando al primer verso (que hizo que repitieran el tema), hacen a Sludge Factory una canción muy intrigante. Pero quizás es su estructura poco convencional lo que dificulta su acceso frente a otras más directas del set.
10.- Heaven Beside You
Con un enfermo Jerry Cantrell al frente, es una de las más melódicas del show. Su vibra coqueta contrasta con la oscuridad general del setlist, lo que no la hace una mala elección, todo lo contrario. Sin embargo, se siente la falta del emblemático solo eléctrico que Cantrell realizó en la versión de estudio.
09.- Frogs
Hipnótica y envolvente, Frogs se siente como una pesadilla lenta. La versión acústica potencia su carga atmosférica, convirtiéndola en una experiencia sensorial más que en una simple canción. Las notas altas de Layne en los coros suenan como sollozos desgarradores que tocan hasta la fibra más insensible. Una canción preciosamente agónica.
08.- Rooster
Uno de los clásicos ineludibles. Aunque la versión acústica pierde algo del poder devastador de la original, gana en vulnerabilidad y emoción, con Layne Staley entregando una de sus interpretaciones más sentidas (como también lo hizo en el resto del show).
07.- Angry Chair
Oscura, casi ceremonial, esta canción se siente más amenazante en su versión desenchufada. La tensión que logra con los abruptos cortes de tempo y la mezcla entre la agónica voz de Staley y la recta voz de Cantrell, es inigualable. La cual termina con un coro que desenvuelve toda la tensión en una mezcla de melodías emotivas, donde las voces pasan de ser amenazantes a esperanzadoras. Todo esto, sin necesidad de distorsión, es absolutamente admirable.
06.- Down in a Hole
La favorita según el número de reproducciones en Spotify, es dolorosa y melancólica, es una confesión abierta sobre la pérdida y la adicción. Staley canta desde el abismo, y su voz quiebra el alma. Solo su ubicación en un set tan potente la aleja del podio.
05.- Got Me Wrong
Una de las joyas ocultas del catálogo de AIC. Su versión acústica suena natural, luminosa y casi optimista, un recuerdo de aquellos inicios esperanzadores en 1990, donde la escena grunge recién estaba consolidándose. Un clásico de culto que tributa el trabajo que hicieron en aquel EP, “Sap”, en colaboración de Chris Cornell, Mark Arm y Ann Wilson.
04.- Would?
Probablemente el riff más icónico de Alice In Chains. Aquí, el formato acústico no le quita fuerza. Al contrario, el bajo de Inez suena impecable, replicando el poderoso tono que Starr imprimió en las grabaciones originales de “Dirt”. El resto es historia, una canción que representa la culpa del luto, el castigo de ser el sobreviviente. La definición de un himno en todas sus letras.
03.- Brother
Con armonías vocales impecables y una guitarra casi folk, Brother es uno de los momentos más íntimos y vulnerables del show. Un recordatorio de la química y la profunda amistad que Cantrell y Staley compartían. El coro, “you are always so far away” duele conociendo como terminó la amistad de ambos, en unos años más tarde.
02.- No Excuses
Con su inusual ritmo y melodía envolvente, esta canción brilla especialmente en formato Unplugged. Kinney demuestra maestría en las percusiones, mejorando su ya perfecta interpretación del track de “Jar of Flies”. Por otro lado, La voz de Staley suena clara, viva, esperanzada. Como si la música sanara todas las inclemencias vividas. Una hermosa canción que contrasta con la realidad del grupo en aquellos días.
01.- Nutshell
No hay discusión posible. Nutshell es la cima emocional de este Unplugged, y quizá de toda la carrera de Alice In Chains. Es devastadora, hermosa, frágil. Cuando Staley canta “and yet i fight this battle all alone,” el silencio de la sala lo dice todo. No solo es la mejor del set: es una bellísima tragedia que traspasa generaciones.
