Pocas bandas logran una segunda vida sólida tras su separación. Cuando los Pixies regresaron tras un descanso de 11 años en 2004, las expectativas eran altas y las esperanzas, tibias. Sin embargo, casi 20 años después, los pioneros del rock indie/alternativo, formados en Massachusetts, siguen adelante. Y gran parte de esto se debe al guitarrista Joey Santiago.
El guitarrista es sin duda uno de los motores de la banda. Y se nutre de diversas influencias para moldear el sonido de los Pixies. «Me interesa la gente que toca con un propósito», afirma. Y en el día en que cumple 60 años, rescatamos la convesración de Joey Santiago con Metal Edge donde habla de sus guitarristas favoritos: «La gente con la que me identifico», tal como él mismo los señala.
Eddie Van Halen

“Fue simplemente alucinante. Tenía la edad para descubrir el bong. Pero olvídate de la marihuana, nadie había tocado así. Fue revolucionario. Me encantaba todo el sonido de su guitarra”.
Tom Morello

“Otro tipo que prácticamente inventó un sonido y un estilo. Me gusta la gente que hace eso”.
Randy Rhoads

“Todos los metaleros de aquella época eran lo que yo llamo guitarristas ‘atascados’. Tocaban rapidísimo. Lo hacían con una limpieza increíble. Su forma de tocar me bastó para decir: ‘Eh, eso no lo puedo hacer’”.
Joe Satriani

“Satriani ha hecho un montón de discos geniales. Yo tenía Surfing With the Alien. Me encantaba. Creo que fue el primero en hacer los dive bombs, y ni siquiera tenía un Floyd Rose. Simplemente se metió en eso, ¡mierda!”.
Steve Vai

“Me encantó el trabajo que hizo con Public Image Ltd. Fue realmente bueno. Sí, es muy versátil. Estuvo en la banda de Zappa; era simplemente delicioso”.
Slash

“Recuerdo cuando salió Appetite for Destruction. El manager de gira que teníamos en ese momento estaba fascinado. Me encantó el riff de ‘Sweet Child O’ Mine’. Creo que incluso lo aprendí porque era genial”.
Alex Lifeson

“La leyenda es la leyenda. Tiene muchos coros. Para ser una banda de tres integrantes, realmente lo llena todo. Es melódico. Aprendí ‘Red Barchetta’ y fue genial. Me encanta el buen gusto y tocar con propósito. También me gustan sus solos peculiares; es una de esas cosas que tienen sentido”.