Desde un pollo que vivió 18 meses sin cabeza, hasta usar gatos fosforescentes como advertencia para el futuro. En un nuevo capítulo de Palabras Sacan Palabras, Andrea Moletto y Álvaro Paci conversaron con Gabriel León, el doctor en Biología Celular y Molecular y divulgador científico, sobre su lanzamiento “La Ciencia Pop #3”, la democratización del saber científico y los graves problemas de la educación en Chile.
Explicar la ciencia en fácil
“La premisa fundamental: la ciencia es una actividad humana y a los seres humanos les pasan cosas”. Dió puntapié a la conversación el autor de La Ciencia Pop #3, Gabriel León.
La ciencia no solo está en artículos, ni mucho menos reservada para un grupo selecto. La ciencia está en hechos y es la potencia narrativa que usa el divulgador científico como recurso para acercar la ciencia a la gente.
Puede ser que leer artículos científicos sea misión difícil para quienes no están familiarizados con esta esfera. Sin embargo, “hay hechos que no son esenciales para entender lo medular de la ciencia, pero son el vehículo narrativo para contarla”, argumentó el biólogo.
Es así que compartió la historia de Mike, el pollo que vivió 18 meses sin cabeza. Era septiembre de 1945, cuando Lloyd Olsen y su mujer Clara estaban decapitando pollos en una granja de Colorado, Estados Unidos. De las 50 aves, hubo una que pese a ser decapitada, siguió caminando, Mike.
Historias que parecen inventadas, generan discusiones y preguntas acerca de la naturaleza y la vida, que permiten que la ciencia avance. “Es la potencia narrativa de las historias que yo rescato”, reflexionó el científico.
“Hay una fina línea entre fantasía y realidad” y para decidir si una historia queda, se consideran dos factores: “que sea entretenida y que sea verídica, que tenga fuentes. Tiene que haber un artículo científico al respecto, porque esto es ciencia”, agregó.
«Hay un problema grave de educación»
Ante la pregunta: ¿cómo se enseña ciencia en Chile?”, el científico respondió: “Tenemos una pésima educación científica. Enseñamos mucho el qué y poco el cómo. Este último, es fundamental, porque te muestra el proceso mental detrás del descubrimiento”. Un ejemplo de esto son los terraplanistas y los antivacunas. “Se habla mucho de las vacunas y nadie habla de las enfermedades. Tenemos que hablar de porqué usamos vacunas, hay que dejar de ser condescendiente”. Enfatizó.