En un nuevo programa de Palabra Que es Noticia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros conversaron con Jorge Fábrega, Investigador del Centro de Investigación en Complejidad Social de la Universidad del Desarrollo, sobre las incivilidades en la sociedad chilena.
¿Qué son las incivilidades?
Fábrega menciona que: “Las incivilidades son acciones que afectan la convivencia social porque alteran el espacio público y no necesariamente constituyen un delito, aunque en algunos casos sí podría ser. Por ejemplo, los rayados, daño a mobiliario público, consumo de alcohol en la calle o hacer un asado en la calle son cosas que pueden alterar un buen comportamiento en el espacio compartido”.
“En algunos casos son simplemente actividades en el espacio público que antes no se veían, en una sociedad que se vuelve más compleja”, agregó.
Su evolución
Según el investigador, aunque las denuncias por incivilidades han disminuido en términos generales: “Las incivilidades en términos de estadísticas de denuncias han disminuido respecto a hace 5 años atrás, han bajado las referidas al consumo de drogas en espacios públicos, pero han subido las asociadas a acciones violentas en las que hay armas de fuego involucradas”.
Además, plantea que vivimos un fenómeno donde: “Hay más ojos, más pantallas mirando cada evento sea cual sea, entonces cualquier cosa que se salga de la norma se ve más reiterado de lo que en realidad es”.
También destaca el impacto de la migración: “Cuando aparece alguna población migrante con una manera de vivir el espacio público distinta evidentemente salta y hay un choque de cómo se entiende el espacio público. En este espacio además empieza a producirse esta transformación natural de sociedades que se complejizan con generaciones y formas nuevas de vivir el espacio público donde se producen menos eficacia de formas habituales de enfrentar la convivencia social”.
Como enfrentarse a este tipo situaciones
Fábrega menciona dos maneras en que la sociedad puede resolver esto: “La primera es una dinámica de movilización intra urbana que separa los grupos como si la sociedad fuera una especie de guetos. Entonces desaparecen estas incivilidades porque yo comparto la misma manera de vivir la sociedad que los otros. El problema con eso es que fomenta más fácilmente las discriminaciones xenofóbicas entre unos y otros”.
“Otra forma son las sociedades que se unen, donde logran solucionar el convivir con otros que son distintos y respetar los espacios públicos en donde unos y otros están. Eso es mucho mejor en términos de desarrollo no solo porque habla de condiciones de tolerancia mutua, sino que tiene un efecto importante porque tú te encuentras con lo distinto y las sociedades innovan más”.
Sobre la relación con la autoridad
Sobre la relación con la autoridad, Fábrega advierte: “Anomia es la falta de una norma que regule el comportamiento social, eso ya ocurre cuando lo que antes nos ordenaba nos deja de ordenar y lo que nos puede ordenar todavía no ha nacido. Estos procesos de transición son más recurrentes en sociedades que se vuelven más complejas y es siempre transitoria”.
Agregando que: “En este periodo hay una ineficacia de las normas que nos habíamos dado, lo que se puede traducir a que no hay autoridades que la gente respete”.
El desafío de reconstruir la autoridad
Sobre un posible proceso autoritario, Fábrega dice: “Hay un camino donde la sociedad tiene una reacción más emocional que logica y se impone como un péndulo y las personas están preocupadas, la encuesta CEP mostraba una disminución de la evaluación de las democracias respecto a su capacidad para resolver problemas sociales, esa es una reacción donde se busca orden de cualquier forma, estando dispuesto a renunciar a derechos civiles con tal de que eso se arregle”.
En la misma línea habla de otro posible camino: “Y otro camino que es mucho más complejo, pero más virtuoso a largo plazo es la enseñanza no solamente en derechos y deberes. Es super importante saber que esto no se mantiene de manera permanente, la sociedad lo arregla porque no se puede mantener en la anomia, hay una demanda por orden y esa se va a obtener por las buenas o las malas”.