Antes que el mundo entrara en suspensión por la pandemia en marzo de 2020, uno de los últimos conciertos masivos en presentarse en Chile fue el de Amon Amarth con Powerwolf, donde estos últimos la rompieron y tuvieron una gran respuesta en lo que era su debut en nuestro país. Cinco años han debido esperar los fanáticos de la banda para un nuevo encuentro, que ya está pronto a concretarse: el lunes 5 de mayo en el Teatro Cariola, junto a sus colegas y compatriotas Lord of the Lost y los nacionales Heiligen, con entradas por Ticketplus.
Esta vez llegan con su último disco “Wake up the wicked” de 2024, el décimo de su catálogo y el tercero que sacan en cuatro años, así que llegan en un gran momento. En la espera hablamos con el tecladista, Christian «Falk Maria Schlegel» Jost:
-¡Saludos! Finalmente se dieron las cosas y vuelve Powerwolf a Chile, ¿cómo está el ánimo?
-Por fin, por fin volvemos. En la última gira que nos llevó por allá estábamos como banda telonera. Ya es hora de que podamos volver, después de lo que fue la pandemia y todo lo demás. Estoy emocionado, la verdad. Será genial.
-Traen su álbum más reciente, “Wake Up the Wicked”. ¿Cómo has visto toda esta etapa y lo que ha sido el proceso con este álbum?
-Espectacular. En Alemania llegamos al número uno de las listas. Hicimos una gira enorme por estadios en Europa. Todos los conciertos se agotaron. Teníamos locales con entradas agotadas para 12.000 personas. Tuvimos como cuando hicimos el video de la canción “1589”, que tiene como protagonista al personaje de Peter Stumpp, que fue quemado en la hoguera, es un video con un toque histórico. Y llevamos lo de la hoguera a un escenario. Y el quemado en la hoguera fui yo. Las reacciones fueron increíbles. Estoy súper emocionado porque ya he tenido algunas reacciones en Europa, pero no sé qué pasará allá. Y estoy seguro de que Santiago volverá a cantar con nosotros.
-Llevan 10 álbumes de estudio, 3 EPs, 4 discos en vivo, todo esto en 20 años, un ritmo de producción inusual en la industria musical actual, ¿cómo lo hacen?
-A nosotros nos siguen encantando los álbumes. Los tiempos han cambiado un poco y muchas bandas, no sólo en la escena metalera, sino también en otras, lanzan sólo sencillos. Pero aún nos encanta tener una imagen de un momento. Si lanzas un álbum, significa que eso es lo que la banda está haciendo ahora mismo. Y supongo que es todo un concepto para un álbum. Y nos gusta mucho. Llevamos ya 20 años haciendo lo nuestro. Para mí es como si fuera ayer cuando empezamos a lanzar nuestro primer álbum, “Return in Bloodred”. Después de eso, siempre hicimos algo, siempre compusimos música nueva y lanzamos cosas, es lo que nos gusta. Queremos contar una historia con imágenes, con letras y con música. Seguimos creyendo en el concepto de álbum. Queremos recopilar muchas canciones y luego lanzarlas, no sólo lanzar sencillos. Con eso, por ejemplo, podems llevar la gira de «Wake Up the Wicked» a Chile y otros lugares. Es genial tener tantas oportunidades de tocar las nuevas canciones.
-Así que les gusta contar historias. En ese mismo sentido, uno de los aspectos más importantes de Powerwolf es esa dimensión cinematográfica que tienen sus creaciones, los álbumes, los conciertos y los videos. ¿Cómo trabajan ese aspecto?
-Es una pregunta muy interesante porque lo que buscamos es crear una atmósfera para contar una historia. Por ejemplo, la que mencioné de Peter Stumpp, o como hicimos con “Sinners of the Seven Seas”, en que nos subimos a un barco de verdad. Fuimos al Mediterráneo. Lo pasamos genial. Queremos contar una historia real. Ese es el objetivo. Y luego, durante el proceso de composición, a veces incluso intentamos pensar en el escenario. Para “1589”, escribimos esa canción y ya teníamos algunas imágenes en mente. ¿Cómo podíamos plasmarlas? Reservamos un museo al aire libre en el sur de Inglaterra en noviembre, que era realmente sombrío y aterrador. Y luego lo construimos, paso a paso, eso es difícil. Pero primero lo primero, la canción debe ser buena. Debe ser pegadiza. Debe ser fácil de cantar. Eso es lo más importante en Powerwolf. Combinar los aspectos visuales y la música es fantástico, aunque no siempre es posible. No puedes sólo tener ideas para videos. También necesitas música. Pero este caso especial, como dije, fue para “1589”. Otros casos fueron los de “We don’t wanna be no saints” y “Sinners of the seven seas”. Realmente teníamos estas visiones en mente cuando escribimos esa música.
-Para esos diferentes aspectos de la música, ¿toman inspiración de otros artistas, quizás en bandas antiguas que te alucinaron desde niño?
-Totalmente. Para mí, Iron Maiden sigue siendo mi inspiración. Tocamos con ellos varias veces, también con Bruce Dickinson. Si me ves en el escenario saltando, levantando los teclados, está totalmente influenciado por Bruce. Es un gran ídolo para mí. Pero sí, también la utilería del escenario y todo lo que Iron Maiden tenía en su época, o incluso ahora, siempre es como: «¡Guau! ¡Tienen un avión en el aire o algo así!». Me gusta. Claro, todos escuchamos o nos encanta escuchar música, pero también es como hacer giras. Si viajas por todo el mundo, recibes muchas impresiones y algo te sucede, algo dentro de ti. Y entonces llega el momento de componer, cuando nos centramos en ello. Luego puedes trabajar en tu impresión, en la experiencia más importante que tuviste. Y a veces surge de eso. Es extraño. Me gusta decir que la gente nos da mucha energía y luego necesitamos transmitir esa energía del público a la siguiente música, al siguiente álbum. Ahora tengo grandes expectativas para Santiago, porque considero el anterior concierto en Santiago como uno de los mejores de mi carrera. La gente saltaba, bailaba y gritaba. Nunca había tenido esa experiencia.
-Hablábamos de las historias que cuentan. ¿De dónde sacan ideas? ¿Libros, películas, vida real?
-De la vida real, no por ahora, pero queremos contar historias interesantes. Y nuestro tema, o nuestros temas, la mayoría de las veces, combinan la religión con aspectos históricos, o algunas mitologías, las sagas de Beowulf y cosas por el estilo. En ese caso, por ejemplo, Juana de Arco o Peter Stumpp en “1589”. Existen algunas mitologías sobre juicios de Beowulf y de brujas, siempre en combinación con la religión, sacerdotes y cosas por el estilo. Y se pueden encontrar muchas pruebas de que algo sucedió en esa época.
Pero, ¿es cierto o es simplemente algo que la iglesia hizo para decir: “Por favor, cuídense todos, por favor, estén bien”? De lo contrario, arderás en la hoguera o algo así. Y entonces buscamos letras o historias de ese tipo, mitologías. Encontramos en Suecia, y algunas en Francia, muchas historias sobre la mitología de Beowulf. La gente realmente creía en eso. En “1589” había un pequeño pueblo cerca de Colonia. Incluso había una ruta de senderismo llamada el sendero de Beowulf. Y la gente lo está usando. Yo estuve allí y lo vi.
La gente quiere tener un poco de miedo, quiere estar un poco asustada, quiere tener historias, y ni siquiera quieren saber si es verdad o no. Escribir sobre eso es muy interesante para nosotros. Nos inspiramos mucho en esos tiempos. Y también recibimos muchísimas ideas de nuestros fans. Nos escribieron desde Rumania, nos escribieron desde Polonia, ofreciendo “algo que podría interesarles”. Y sí, leemos mucho cuando investigamos. Luego, cuando tengamos una historia de verdad, haremos una canción sobre ella.
Luego está, por ejemplo, “We don’t wanna be no saints”. En este caso, es bastante típico de Beowulf, estos temas, como dije, son religiosos, pero ninguno de nosotros quiere serlo, quiere pecar a veces, ¿me entiendes? No queremos ser santos todo el tiempo. Y en nuestros conciertos, sí, queremos celebrar la misa del heavy metal.
-A eso habrá que ir entonces. Nos vemos ahí, muchas gracias por el tiempo y tus palabras.
-¡Genial! Lo espero con ansias. Va a ser enorme. Va a ser genial. Los invito a la Misa de Heavy Metal.
Sigue a FUTURO.cl en Google Discover
Recibe nuestros contenidos directamente en tu feed.
Seguir en Google