
En un nuevo programa de Palabras Que es Noticia, Andrea Moletto conversó con Sergio Morales, coordinador de Seguridad y Comercio Ilícito de la Cámara Nacional de Comercio, sobre la situación del comercio ambulante y específicamente del Barrio Meiggs.
Un problema nacional, no solo municipal
Según Morales, el problema del comercio ambulante ha crecido con el tiempo: “Vimos que después de la pandemia el tema de seguridad estaba relacionado, antes era solo comercio ilícito y en cuanto al barrio Meiggs en particular hemos hecho varios proyectos junto a la Asociación de Desarrollo del barrio Meiggs y se evaluó hasta ahora que son 4.800 los toldos azules que se encuentran en el barrio”.
Aunque se han puesto en marcha diferentes medidas desde los municipios, Morales dice que la raíz del problema excede el ámbito local: “Esto es un problema del país y mucha responsabilidad de esto lo tiene el gobierno, porque las policías se necesitan para realizar las fiscalizaciones con éxito y Carabineros dependen del Ministerio de Seguridad Pública, por tanto necesitamos que el trabajo sea coordinado ya que igual vemos muchos servicios que apoyan esto de vez en cuando, donde van una vez al barrio y después dejan de ir en meses y actúan de manera confusa”.
Los toldos azules: una red estructurada
Morales explicó la situación que se vive en Meiggs con los toldos azules: “Nosotros vemos que dentro de este barrio existen organizaciones que se encargan de administrar estos toldos, los cuidan por las noches, limitan espacios, cobran y guardan los productos en alamacenes. Luego nos hacemos la pregunta de dónde está entrando esta mercadería y desde aduana tenemos esta cifra de cuánto ha crecido la cantidad de suspensiones de despacho y mercadería donde desde el trimestre de enero a marzo a diferencia del año pasado, ha subido en un 60, 19%”.
“Debiera haber una organización del estado también, porque vemos que aquí no se salva nadie, desde un trabajador del sector privado como un funcionario público, optan por comprar en este tipo de comercios”, agregó.
Débil fiscalización
La fiscalización es claramente escasa: “Vemos que menos del 5% de la carga que ingresa al país pasa por escáner para ver que es, por lo que hay una cantidad gigante de carga que está entrando y que hoy no es posible fiscalizar, también tenemos otros casos donde cada vez el proceso de falsificacion es más “fino”, donde traen zapatillas blancas y las marcas se las colocan acá, por lo que no pasan por aduana. El robo de camiones ha crecido mucho, más de un 400%, el de medicina, productos no perecibles y perecibles entre otras cosas”.
Propuestas
Morales propone una serie de medidas urgentes: “Es importante generar un registro de estas personas mediante mejores fiscalizaciones, donde los fiscalizadores puedan tener atribuciones como solicitar la identidad frente a un delito flagrante y además poder requisar la mercadería con mayor facilidad y poder destruirla. Se trabajó todo el 2024 con el Ministerio del Interior en una política de comercio ilícito, donde había ejes de trabajo y una gobernancia que no existe hoy, que pudiera coordinar a los distintos servicios públicos y establecer prioridades y fiscalizaciones permanentes, además de recuperar espacios públicos”.
De no tomarse medidas concretas, las proyecciones son alarmantes: “Se proyecta que los toldos que como mencioné están en 4.800, en los próximos dos años podríamos llegar a tener en Meiggs 6.000 o 7.000, por lo que necesitamos tomar medidas hoy. No tienen permisos precarios, son absolutamente ilegales lo que hacen, no tienen cómo acreditar el origen de la mercadería y tampoco tienen ningún tipo de normas sanitarias o tributarias”.