“La próxima vez que te vea, te mato” es el último libro de Paulina Flores, una novela que aborda temas como el poliamor, la migración, la precariedad y la búsqueda de identidad en una perspectiva irónica donde Fores ofrece esta mirada un tanto satírica sobre las relaciones actuales y la vida de los jóvenes expatriados.
La historia sigue a Javiera, una joven que llega a Barcelona buscando una mejor vida escapando de su país, quien al instalarse en un piso compartido conoce a Manuel, un joven que está involucrado en relaciones poliamorosas. A pesar de los intentos de Javiera por adaptarse, enfrenta celos e inseguridades que la llevan a plantearse medidas extremas como el asesinato de Manuel.
En Palabras Sacan Palabras, Andrea Moletto y Álvaro Paci conversaron con la escritora chilena Paulina Flores, por su nuevo libro «La próxima vez que te vea, te mato» de editorial Anagrama.
«La próxima vez que te vea, te mato»
Sobre su forma de escribir y las temáticas que aborda, Paulina Flores sinceró que «algo que trato en mi literatura de forma inconsciente son las identidades. No creo que sean fijas. No creo que alguien sea malo porque hace A o porque no hace B. Somos complejos contradictorios, humanos. Esa dimensión me parece interesante de explorar, sobre todo en esta época donde está muy en boga el buenismo».
«Para mí escribir siempre tiene que ver con explorar preguntas y contradicciones. Cuando empecé a escribir esta novela miraba el mundo y decía ‘no entiendo nada’. Terminé de escribir y miro el mundo y está Trump en el poder. Sigo sin entender nada, pero a la vez algo entendí de camino. Hay un viaje, unas preguntas que quedaron», añadió.
Feminismo, el sexo y el fin del amor
Consultada por las ideas del poliamor en su nuevo libro, la escritora señaló que «la protagonista Javiera es una chica que quiere practicar una relación abierta, pero que no le sale. Se fuerza a hacer algo que no le gusta. Está muy celosa y lo esconde y a razón de eso termina queriendo convertirse en asesina».
«Para mí era importante trabajarlo. Quería hablar de eso porque se habla mucho del fin del amor. El poliamor era una forma alternativa para hablar en contra del amor romántico, entendido como una forma coercitiva del hombre contra la mujer. La novela entiende la importancia de esa conversación y se da cuenta de que el amor es una fuerza que, pese a todo, no podemos racionalizar. La protagonista es una romántica y cree absolutamente en que el amor lo arrasa todo. Creo que es una fuerza arrasadora».
«Me preguntaron si Javiera es feminista y a la vez suplica por sexo y yo creo que no es una contradicción. En la situación erótica hay un juego, es lúdico. ¿Desde cuándo el feminismo tiene que ver con no suplicar por sexo? Se entiende una figura del feminismo como una forma muy cuadrada, como si a las feministas no les gustara el sexo», agregó sobre su visión del feminismo.
El Chile actual post estallido social
Consultada por el Chile posterior al estallido social, Paulina Flores detalló que el país «no ha cambiado mucho desde el estallido. Que se hiciera este proceso durante dos años y volviéramos a tener la Constitución de Pinochet fue muy doloroso. Fue una rotura de corazón bien grande. También fue interesante, me abrió a pensar que yo también era alguien que quería cambiar el mundo y no pude. Te empiezas a preguntar quién eres tú para creer que puedes cambiar el mundo».
«Desde la revolución pingüina estaba luchando en la calle. La Constitución de Pinochet era algo que desde los 15 años siento que era terrible. Mis papás me decían que cuando fuera grande iba a madurar e iba a venderme al sistema. Ahora pago mis cuentas y sigo pensando que es una mala Constitución. Evidentemente el neoliberalismo te carcome el alma por dentro. Todos esos insultos que se hicieron contra el pueblo como el ‘levántense más temprano’ trajeron consecuencias», añadió.
«Recuerdo el estallido como un momento muy horizontal. Lo viví desde la desilusión precisamente de darse cuenta de la ingenuidad. No se puede cambiar todo con un libro, con lo mucho que yo quiero los libros. No se puede nomás», concluyó.