Desde que se hizo oficial el regreso de la formación original de Los Tres, la sobriedad y simpleza en el aspecto visual de sus anuncios auguraba que el foco de lo que iban a hacer estaba puesto en la música, no tanto en lo que se ve sino en lo que se escucha, en las canciones, en la ejecución. En ese ítem en que pocos le competían a Los Tres en su época prime: lo buenos que son a la hora de agarrar los instrumentos y tocar.
Luego de la exitosa gira Revuelta, llega el esperado registro que inmortaliza lo que estuvieron presentando durante el último año: “Revuelta En Vivo”, 29 canciones que recorren el catálogo clásico del grupo, el de los años 90, desde el debut homónimo de 1991 hasta “La sangre en el cuerpo” de 1999, pasando por “Se remata el siglo”, “La espada y la pared” y “Fome”. Todas pasadas por el filtro del tiempo e interpretadas por estos Los Tres modelo 2024.
La idea no era sólo dejar un testimonio de cómo suenan en el presente, sino además, como dijeron ellos mismos a Radio Futuro al momento de iniciar este proyecto, venían a poner de relevancia la música rock en una época en que esto se hace muy necesario. En ese sentido este lanzamiento responde a cómo tiene que sonar este género: fuerte, claro, dinámico, macizo y orgánico.
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Para las decenas de miles de personas que los vieron en vivo durante el último año, la lista de canciones y el orden no es una sorpresa. Parten con “Follaje en el invernadero”, joyita instrumental de los primeros años. “Sudapara”, “El aval” y “Gato por liebre”, algunos de los cortes más prendidos de los primeros álbumes, son las que encienden los motores de un público que tenía el privilegio de verlos en el arranque de la gira, ya que los registros son de Concepción (Estadio Ester Roa) y Santiago (Movistar Arena). La gente se escucha fuerte en canciones como “La torre de Babel” y especialmente en “Amor violento”, generando esos momentos de karaoke masivo que siempre condimentan un buen disco en vivo.
Uno de los factores importantes de esta reunión de Los Tres originales era el regreso de Pancho Molina. No era sólo nostalgia: su estilo y su mano se notan en los diferentes momentos que va recorriendo el set y reafirman la impresión de que por fin Los Tres están completos. Por otro lado sigue descollando el virtuosismo de Ángel Parra y su manejo en estilos como el rock y la cueca. Álvaro Henríquez, al frente y al centro en el combo, sigue cantando prácticamente como siempre, a casi 35 años de sus inicios, y es finalmente lo que la gente viene a buscar: las canciones que recuerdan y que quieren escuchar tal como las recuerdan, no que les cambien el tono ni hagan fraseos raros ni nada. Y por último pero no menos importante, la solidez de Titae Lindl en el bajo ya es marca registrada del grupo, el día que no esté Titae no van a ser Los Tres, eso está claro.
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Para retomar el hilo de las canciones: aparte de los ineludibles grandísimos hits como “Déjate caer”, “La primera vez” u “Olor a gas”, destacan la inclusión de algunas regalonas de la fanaticada como “Moizefala”, para muchos uno de los mejores no-singles del rock chileno de los 90, que ahora cobró protagonismo como el primer destacado que se lanzó para anticipar y promocionar el disco en vivo. La versión que rinden es emocionante y le hace justicia al lugar especial que tiene en el corazón de los seguidores.
Y un concierto de Los Tres no es concierto de Los Tres sin el bloque de cuecas y el siempre presente homenaje a Roberto Parra, desde “El arrepentido” a la emblemática “Quién es la que viene allí”, que desde el Unplugged de MTV no se escuchaban tan contundentes.
“Amores incompletos” y “Pájaros de fuego” es lo que viene inmediatamente después, canciones de atmósfera más reflexiva y oscura que luego dan pie a la parte final, en un in crescendo de intensidad: “He barrido el sol”, “La primera vez”, “La espada y la pared” y “Bolsa de mareo”, para terminar con la potencia y peso de “No sabes qué desperdicio tengo en el alma” y “Tu cariño se me va”, culminando una bien pensada estructura.
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No es demasiado aventurado establecer que debe ser el mejor disco en vivo de Los Tres. Probablemente el Unplugged también entra a esa pelea, pero juega en una liga distinta, en otro formato. Se nota que le pusieron harta dedicación para estar a la altura de la importancia de este regreso. En cuanto a emociones, a ratos logra traspasar lo que seguramente sentían esas miles de personas que los estaban viendo tocar canciones que han marcado sus vidas.
De esta forma se va cerrando el capítulo inicial de la reunión de los originales, antes de la celebración que se viene de los 30 años de “La espada y la pared”. Y luego a esperar el prometido nuevo álbum de estudio que está en camino.
El disco, ya disponible en plataformas:
