ENTREVISTAS

«Hoy los hombres están cansados de desear, de estar siempre dispuestos o de ser ellos los que deben tomar la iniciativa en una relación sexual»

La sexóloga Renata Ortega reflexionó sobre la vida sexual de los hombres actualmente, donde destacó un atraso a diferencia de las mujeres.

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En un nuevo programa de Palabra Que es Noticia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros conversaron con la psicóloga y sexóloga Renata Ortega, para reflexionar sobre cómo se vive la sexualidad en los hombres

La sexualidad masculina está en un proceso de cambio

“La masculinidad hoy día aproblema”, comenzó señalando la sexóloga, refiriéndose a que los modelos tradicionales con los que se educó a muchos hombres ya no responden a las necesidades emocionales y sexuales actuales: “hoy día están con problemas para poder entrar en un relacionamiento sexual que responda a sus propias necesidades y a las necesidades de su pareja.”
Según Ortega, muchos hombres aún están atrapados en un esquema donde: “Hoy día se están relacionando con un sujeto sexual, no con un objeto sexual. La posición de las mujeres, fundamentalmente en las relaciones heterosexuales, siempre ha sido de objeto e incluso en el patrón más estereotipado en las relaciones homosexuales, siempre se pensó en un pasivo y en un activo. Entonces, siempre el hombre es el sujeto”.

El deseo masculino ya no es un impulso instintivo

Renata Ortega desmitifica la idea de que el deseo masculino sea un impulso biológico incontrolable: “Hoy día ya no es eso y, por lo tanto, todas las formas de seducción se alteran, El deseo de los hombres es un deseo hacia un objeto sexual y eso también modifica un poco cómo los hombres hoy día desean o qué desean, más bien se pueden establecer ciertos patrones de deseos diferentes, sobre todo porque además hoy día Los hombres están cansados de desear o de estar siempre dispuestos o de ser ellos los que deben tomar la iniciativa.”

“Hoy día se les pide más erotismo y menos funcionamiento, y los hombres siempre han ligado su acción sexual a funcionar, es decir, al tener una buena erección, al tener una eyaculación, ojalá controlarla”, agregó la especialista.

El deseo no es distinto en hombres y mujeres

Con respecto a las diferencias entre hombres y mujeres Ortega dijo: “ya no estamos definiendo que hay uno que siempre va a tener más deseo que otro. Y eso también complica a los hombres y complica a las mujeres. Porque cuando un hombre se percibe con menos deseo, se pregunta, ¿Estaré mal?, ¿estaré fallando?, ¿seré menos hombre? Y las mujeres, aun cuando llevamos un camino por delante, algunas veces esperamos que ese hombre siempre esté dispuesto cuando una quiere».

En la misma línea explicó: “Hoy día también los hombres están haciendo un camino de decir, ¿Sabe qué? Estoy cansado, estoy estresado, no tengo ganas, me dolió la pelea. Y todo eso a mí me parece un gran avance, me parece muy bueno que le quitemos esa fuerza o esa supremacía al deseo masculino en función de una acción primitiva y sepamos que en hombres y mujeres el deseo está, está más, está menos, está mejor en algunas épocas de la vida, en otras no, se ve alterado por el tipo de relacionamiento, por las peleas, que los hombres no siempre van a tener deseo sexual, como quizás siempre se esperó desde este modelo más tradicional”.

El consentimiento y la igualdad

La idea del consentimiento no solo apunta a evitar abusos, sino a cambiar las formas en que nos vinculamos: “El consentimiento viene a cuestionar o quizás a darnos la oportunidad de encontrar nuevas formas de seducción que no tienen que ver con pasar a llevar los límites individuales, por lo tanto, la seducción probablemente es un es un patrón o un espacio donde vamos a tener que ocupar con mayor claridad lo que queremos o lo que no queremos y donde el lenguaje implícito quizás se va a perder.”

El desafío de construir masculinidades más diversas y humanas

Finalmente, Ortega destaca la necesidad de promover masculinidades contemporáneas: “vamos a construir masculinidades diferentes, es decir, que no hay una sola forma de ser hombre. Entonces, todo lo que hagamos en términos de educación sexual, en las escuelas, en los medios de comunicación, tiene que aportar a crear formas de ser hombre mucho más variadas y que los chicos puedan sentirse hombres no relacionados a la fuerza, a la producción, a lo heterosexual, por ejemplo”.


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