Una de las visitas de lujo con las que contará el festival Masters of Rock en Santiago es la de los suecos Opeth, que vuelven por estos lados con importantes novedades, entre ellas su nuevo disco “The last will and testament” de 2024 y una formación renovada con nuevo baterista, Waltteri Väyrynen.
Opeth va a estar en el primer día de festival, miércoles 23 de abril, y en la espera nos comunicamos con su vocalista, guitarrista, compositor, líder y cofundador de la banda, Mikael Åkerfeldt, esto es lo que resultó.
-Mikael, bienvenido a este espacio en Futuro, ¿cómo aprontas lo que se viene en Chile?
-Genial. Nunca hemos tenido una mala recepción en Santiago. Es justo decir que es una de nuestras ciudades favoritas para tocar en el mundo. Y creo que es el público más ruidoso. Probablemente les he dicho un par de veces que es como la capital mundial del hard rock y el metal, en cuanto a lo mucho que el público parece apreciar esta música y a las bandas que tocan allí. Para nosotros no es la excepción. Siempre tuvimos una respuesta increíble. Además me encanta estar en Santiago. Es una ciudad maravillosa, con buena comida, buenas bebidas y excelentes paseos. Creo que incluso encontré algunas buenas tiendas de discos. Así que estoy emocionado.
-Bonitas palabras. Vienen con su último álbum, “The Last Will and Testament”, un capítulo muy interesante en la historia de Opeth. ¿Cómo te sientes con todo este proceso, desde que empezaste a escribir las canciones del álbum, luego grabarlo y después salir de gira?
-Bueno, son cosas distintas. Cuando te sumerges en el trabajo de componer canciones o lo que sea, es una cosa. Grabarlas es otra. Y luego lanzarlo es el tercer paso. Ensayarlo es otro. Y finalmente, tocar las canciones frente al público también es algo completamente diferente. Estoy contento con todos los aspectos de la creación de esta nueva música y su acogida. Creo que es relevante, para bien o para mal. Personalmente, me encanta este álbum. Me encantan todos nuestros discos, pero se siente bien cuando eres un tipo mayor como yo, que todavía puede, ya sabes, componer y grabar. Y cuando lo escuchas, piensas que no está mal. Es interesante. Se siente relevante. Se siente fresco. Y luego, cuando lo llevamos de gira, parece que tiene buena acogida. Parece que la gente lo aprecia. Se siente como una segunda oportunidad. Un resurgimiento. Tenemos un nuevo baterista, Waltteri. La banda está en su mejor momento, debo decir. En vivo nunca ha sonado mejor. Y tocar estas canciones nuevas es dificilísimo, debo decir. Tocar las viejas también es difícil. Pero estamos muy comprometidos, así que muy contento.
-Opeth lleva 35 años tocando música. Y es muy interesante ver cómo los fans han ido creciendo junto con la banda. Ha sido toda una vida. ¿Cómo ves ese fenómeno?
-Sí, creo que es así. No nos hicimos conocidos de la noche a la mañana. Tuvimos que trabajar mucho para alcanzar el éxito. En esto de la música, si muestras tu cara constantemente, la gente acabará reconociendo quién eres y generando un interés y puedes girar hacia el éxito, independientemente de la calidad de la música. Pero en nuestro caso, dedicamos mucho tiempo a componer música que se siente real, relevante, sensible y a la vez intensa. Música de verdad, si me entiendes. El tipo de música que aprecio. Y no le caímos bien al público instantáneamente. Han pasado 35 años y seguimos siendo una banda pequeña en comparación con muchas otras, pero creo que tenemos una comprensión genuina, un respeto o algo así con el público. Saben que somos serios. Y, siendo sincero, con el nivel que tenemos ahora, podría quedarme aquí y no moverme más. No aspiro a tocar en estadios enormes para que la banda crezca. No tengo esas aspiraciones. Si pasa, está bien. Pero si no, me conformo. Ya me parece suficientemente increíble tocar esta música tan peculiar que hacemos y que tanta gente de todo el mundo venga a ver nuestros conciertos y escuche nuestros discos. Así que, pensándolo bien, es bastante asombroso.
-Y hablando de tu pasión por las bandas, tocarás en Santiago con clásicos como Judas Priest y Savatage. Sabemos que te encanta el heavy metal clásico, ¿qué tan importante es para ti este tipo de música en tu formación musical?
-Creo que fue muy importante para mí, para mi cordura, y para encontrarme a mí mismo, para conocer mi identidad. Encontré mi identidad en el metal y las bandas con las que crecí eran Priest, Deep Purple, Scorpions y todas esas bandas. Son increíblemente importantes para mí. Y todavía los tengo muy, muy presentes. Incluso Savatage, con quienes tardé en conectar. Mi novia es una gran fan de ellos, un día le dije: «Bueno, ponme algo». Y puso muchos discos de Savatage. Ahí pensé: «¡Esto es increíble! ¿Cómo me lo había perdido?”. Pero bueno, resumiendo: en cierto modo, la razón por la que empecé a tocar es por esta música, esa fue mi escuela, así llegó a mí. Aprendí sobre música, aprendí a tocar la guitarra y ese tipo de cosas. Y, por supuesto, poco a poco, también me interesé por otros géneros musicales. Pero nunca perdí el interés ni el amor por las bandas de heavy metal con las que crecí.
-Bueno, Michael, eso es todo por ahora. Nos vemos en Santiago. De acuerdo.
-Fantástico. Muchas gracias.
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