Noticias

Suede en Chile 2025: Descontrol, refinamiento y rock británico en su máxima expresión

En el Movistar Arena, la banda hizo del pasado un presente inolvidable, con Brett Anderson como el alma loca y dramática de la noche

Suede Chile 2025 Web
Kena Luppichini

La verdadera estrella de la noche en el show de Suede en Chile fue, sin duda, Brett Anderson, un showman absoluto, con una energía desbordante y un impacto escénico. Se tiraba al suelo, se movía de un lado a otro con una intensidad casi teatral, usaba el micrófono como una honda y bailaba con esa elegancia británica inconfundible. Una mezcla de descontrol y refinamiento. Su forma de moverse era hipnótica, con bailes exóticos y dramáticos, usando el micrófono como una extensión de su cuerpo. No es un rockstar convencional; su actitud refinada pero intensa lo acerca a una combinación entre David Bowie y Mick Jagger, pero con un toque de melancolía británica que lo hace único. Desde el primer momento, su conexión con el público fue total, entregándose por completo en cada canción.

Pero no era solo Anderson el que mantenía vivo el espíritu de la noche. El Movistar Arena entero vibraba con una energía especial, testigo de un concierto que no solo revivió el Britpop, sino que lo reafirmó como una experiencia que sigue tan viva, elegante y emocionante como siempre. Suede, tres décadas después, mantiene intacta su esencia: un sonido con raíces profundamente británicas, una estética glam, y una intensidad escénica difícil de igualar.

Desde el primer instante, el espectáculo fue una combinación perfecta de música, energía y visuales. El público, mayoritariamente de treinta y cuarenta años, estaba completamente entregado a la experiencia. Muchos lucían camisetas de Suede, listos para una noche de nostalgia y emoción con una banda que sigue sonando actual.

Un arranque explosivo

El show abrió con «Turn Off Your Brain and Yell», un estallido de energía cruda y visceral que encendió al público de inmediato. Con un sonido agresivo y urgente, Suede dejó claro que no venía solo a mirar al pasado.

Durante el concierto, Richard Oakes en la guitarra y Neil Codling, alternando entre el piano y la guitarra, construyeron un muro de sonido poderoso. Mientras tanto, el bajo de Mat Osman, en algunos momentos, quedó en segundo plano ante la dominante distorsión de Oakes.

Publicidad

«Trash»: El primer gran estallido

Uno de los momentos más vibrantes llegó con «Trash». Apenas sonaron los primeros acordes, el público explotó en un coro ensordecedor, apropiándose del estribillo con una pasión desbordante. Era una celebración de los inadaptados, de lo imperfecto, de todo lo que Suede representa.

Las pantallas traseras reforzaron el mensaje con un enorme «Trash» en letras brillantes, mientras las luces acompañaban el ritmo frenético de la canción. Fue una de las interpretaciones más potentes de la noche.

«The Wild One»: El momento íntimo

Y si hasta ese punto el concierto había sido pura adrenalina, llegó el instante en que todo se detuvo. «The Wild Ones» marcó el único momento acústico de la noche y uno de los más emotivos.

Richard Oakes cambió su guitarra eléctrica por una acústica, preparando el terreno para una interpretación cargada de nostalgia. Brett Anderson, con su voz quebrada y llena de sentimiento, convirtió la canción en un susurro compartido con el público. Cada verso flotaba en el aire, y el Movistar Arena se convirtió en un solo coro de miles de voces. Fue uno de esos momentos en los que el tiempo parece detenerse.

«Beautiful Ones»: El clímax total y un guiño inesperado

El cierre no podía ser otro. «Beautiful Ones» desató una locura colectiva, con un público completamente entregado. Brett Anderson desapareció en el escenario, sumergido en la intensidad del show, mientras la guitarra de Richard Oakes alcanzaba niveles ensordecedores.

Las luces destellaban en un juego perfectamente diseñado para el clímax de la noche. En cada canción del disco «Autofiction», la portada del álbum aparecía en las pantallas como un recordatorio constante de que Suede sigue evolucionando.

Pero para los chilenos, este tema también tiene un guiño inesperado y casi surrealista: su melodía fue reciclada en los 90 por Cachureos, en una versión llamada «Ancianos». Sí, uno de los himnos del Britpop terminó transformado en una canción infantil en la televisión chilena. Una anécdota que solo en este país podemos entender.

Una noche que confirmó el legado de Suede

Lo que quedó claro en el Movistar Arena es que Suede no es solo una banda de los 90, ni un mero acto de nostalgia. Sigue siendo una banda viva, relevante, capaz de emocionar y de electrizar en vivo.

Publicidad

Su estilo glam, su esencia británica, su teatralidad, su intensidad única: todo sigue ahí. Brett Anderson es un frontman como pocos, y la banda sigue sonando poderosa y elegante a la vez.

En una era donde muchas bandas legendarias se apoyan en su pasado sin renovarse, Suede sigue avanzando. Treinta años después, sigue siendo el epítome del Britpop más puro, más británico y más emocionante.Y anoche, en Santiago, lo dejaron claro.

Si no viste a Suede en el Movistar Arena, ¡aún tienes una oportunidad! No te pierdas su presentación en el Festival REC 2025 en Concepción. Los íconos del britpop tocarán en el Parque Bicentenario, encabezando una jornada imperdible. La entrada es gratuita, así que prepárate para una nueva experiencia musical.


Contenido patrocinado

Compartir