Metallica estuvo a punto de tener otro vocalista en sus primeros días. Aunque hoy James Hetfield es la voz y el rostro de la banda, en sus inicios su rol como cantante era considerado solo una solución temporal.
Una gira con dudas
Según Ultimate Guitar, John y Mark Gallagher, miembros de Raven, recordaron cómo fue compartir escenario con Metallica en los primeros años del grupo. “Fuimos a hacer nuestra primera gira por Estados Unidos y nuestro management era el mismo que el de Metallica: Johnny Z Zazula. Nos dijo: ‘Tengo a la banda más grande de San Francisco; van a telonearos’”, explicó John a Guitar World.
En ese momento, el nombre de Metallica no significaba mucho para los británicos. “Cuando pensabas en las bandas de San Francisco, era una larga lista: Y&T e incluso Journey. Pero fue Metallica, y nos dijimos: ‘¿Quién?’”, recordó Mark.
El sonido del grupo los tomó por sorpresa. “Llegó un casete. Lo puse y me dije: ‘¿Está a la velocidad correcta?’. Sonaba como un disco de Motörhead a 78 RPM”.
Un cantante provisional
La energía y potencia de Metallica impresionó a los de Raven, pero no todos los públicos los recibieron bien. “A muchos sitios no les gustaba Metallica. Tocamos en lugares muy raros en esa gira, como Bald Knob, Arkansas. Fue toda una experiencia”, contó Mark.
A pesar de su intensidad en vivo, la banda tenía dudas sobre su cantante. “Decían: ‘Tenemos que conseguir un buen cantante’. Ese era todo el asunto”, reveló Mark.
Los Gallagher pensaban que Hetfield estaba haciendo un buen trabajo. “Nosotros les decíamos: ‘¿Qué pasa con James Hetfield? Lo está haciendo bastante bien’. Ellos dijeron: ‘Eso es solo temporal’. Creo que estaban buscando a John Bush de Armored Saint para ser el cantante”.
Un destino inesperado
Lo que parecía una solución provisional se convirtió en el sello de Metallica. “Definitivamente tenía algo. Tenía ese toque duro, que era genial”, concluyó Mark.
Con el tiempo, Hetfield no solo se consolidó como vocalista, sino que se convirtió en una de las figuras más influyentes del heavy metal.