James Hetfield, líder de Metallica, tiene una guitarra muy especial. Se trata de “Carl”, un instrumento único, fabricado con la madera del suelo de la antigua “Mansión de Metallica”.
A pesar del nombre, la “mansión” era un viejo edificio sin comodidades en El Cerrito, California. Allí, la banda vivió y ensayó en sus primeros años. Fue el lugar donde nacieron discos icónicos como Ride The Lightning y Master of Puppets.
Un plan frustrado
Años después, Metallica quiso comprar el lugar y convertirlo en un nuevo estudio de ensayo. Sin embargo, el plan no se concretó.
Hetfield no quiso perder la conexión con ese espacio. Antes de que desapareciera, tomó algunos tablones del suelo y se los entregó a su luthier, Ken Lawrence.
Lawrence aceptó la misión de convertir la madera en una guitarra. En una entrevista con Guitar World, habló sobre la dificultad del proceso.
«La guitarra Carl supuso un desafío por el mero hecho de poder respetar las maderas que James quería utilizar», explicó. Pero el mayor reto fueron las incrustaciones. «Tuve que pedir ayuda para hacerlas», admitió.
Un trabajo artesanal
Para lograr los detalles, Lawrence recurrió a Larry Robinson, un experto en marquetería.«Larry es un genio absoluto en esas cosas, así que le hice cortar las piezas y yo las puse», detalló.
El proceso de construcción también requirió adaptar el orden habitual de trabajo. «Tuve que hacer las cosas en un orden diferente debido a la forma en que la parte superior y la tapa de la cabeza tenían que ser construidas», dijo.
Más que una guitarra Lawrence destacó que la luthería es un proceso en constante evolución. «Si estás constantemente intentando crecer y probar nuevas ideas, siempre va a existir el reto de hacerlo de forma coherente, sin errores», reflexionó.
Hoy, “Carl” no solo es una guitarra, sino un símbolo de los inicios de Metallica y de la conexión de Hetfield con su pasado.
