Ian Anderson, líder de Jethro Tull, ha manifestado su incomodidad con ciertos comportamientos del público en los conciertos. Para él, la experiencia en vivo se ha visto afectada por espectadores ruidosos y el uso excesivo de teléfonos móviles. En una reciente entrevista, criticó a quienes interrumpen las presentaciones con gritos, silbidos o exigencias de canciones.
El músico británico también apuntó a los asistentes que levantan sus celulares constantemente para grabar el show. Según él, esto no solo distrae a los artistas, sino que también arruina la experiencia de quienes buscan disfrutar el espectáculo sin obstáculos visuales.
«Quiero liberarme de la sensación de que de alguna manera tengo que cumplir con los deseos y las demandas de otras personas», expresó el músico británico. Según él, algunos asistentes parecen olvidar el respeto que se debe tener en un evento en vivo.
Un público irrespetuoso
Según Blabbermouth, Ian Anderson recordó su experiencia en Brasil, donde algunos asistentes silbaban y gritaban los nombres de las canciones que querían escuchar. «Lo encuentro increíblemente grosero y realmente no disfruto eso«, comentó. Para él, estas conductas interfieren con la interpretación y concentración de los músicos.
Además, mencionó que este tipo de actitudes no son exclusivas de un solo país. «A veces lo encuentras en Estados Unidos, donde la gente piensa que está bien gritar y silbar. No está bien», enfatizó. En su opinión, el público debería comprender que un concierto no es un espacio para imponer sus demandas de manera ruidosa.
La invasión de los teléfonos
Otro punto que Anderson abordó fue la proliferación de celulares en los conciertos. Explicó que en sus presentaciones ha solicitado amablemente a la audiencia que limite el uso de dispositivos móviles hasta el bis final. «Durante algunos años, hemos hecho anuncios educados para solicitar que la gente restrinja el uso de sus cámaras y iPhones hasta el bis, y obtengo un cumplimiento de aproximadamente el 95 por ciento con eso», explicó.
Sin embargo, no siempre ha tenido éxito. En algunos lugares, como Brasil, la respuesta no ha sido tan positiva. «A veces es el cien por ciento. En Brasil fue aproximadamente el 50 por ciento», agregó. Para él, la experiencia en un show en vivo debería disfrutarse sin distracciones, algo que se ha vuelto cada vez más difícil con la obsesión por documentar cada momento.
Un cambio necesario
Anderson enfatizó que, aunque comprende que la tecnología es parte del mundo moderno, cree que debería haber un equilibrio. «No han ido a un concierto y han pagado mucho dinero por una entrada solo para tener que mirar la pantalla de la persona que está delante», señaló. Para él, un concierto debe vivirse en el presente, sin distracciones innecesarias.