En Palabras Sacan Palabras, Álvaro Paci conversó con Paula Bistagnino y su nuevo libro “Te serviré”, donde la periodista se adentra en el mundo secreto de la organización católica ultraortodoxa, el Opus Dei.
Desde sus inicios en 1950, el Opus Dei se estableció como un actor silencioso pero poderoso en Chile y otros países de América Latina. Su capacidad para tejer redes en círculos políticos, económicos y religiosos lo convirtió en una de las organizaciones más influyentes de la región.
Opus Dei
El Opus Dei opera bajo un modelo de estructura replicable que ha dejado su huella en todos los países donde se ha establecido. Según Bistagnino, “funciona como una matriz idéntica en España, Filipinas o América Latina”. Este modus operandi incluye vínculos estratégicos con familias poderosas y de tradición católica.
El caso chileno es paradigmático. Una de las familias pioneras en adoptar esta fe donó bienes significativos al movimiento, incluyendo una mansión en Las Condes que se convirtió en la primera casa para mujeres del Opus Dei en el país.
Además, dicha familia contribuyó al financiamiento de la Universidad de los Andes, cuyo Aula Magna lleva el nombre de la matriarca. Esta colaboración no solo se limitó a donaciones, sino que también facilitó la inserción de miembros del Opus en directorios empresariales estratégicos.
“El Opus Dei tiene una capacidad extraordinaria para infiltrarse en círculos de poder económico y político”, afirma la periodista argentina. En su investigación, destaca cómo la organización aprovechó las conexiones con dictaduras y altos funcionarios judiciales para fortalecer su influencia.
Denuncias, escándalos y resistencia al escrutinio público
Para Paula Bistagnino, investigar al Opus Dei es un ejercicio de paciencia y perseverancia. “Acceder al corazón del movimiento requirió años de recopilación de testimonios y de análisis de documentos financieros y legales”, comenta.
A través de estos esfuerzos, logró evidenciar cómo la organización se ha beneficiado de un sistema jurídico y económico que perpetúa su poder en la región.
Más allá de las cifras, lo que destaca es su capacidad para manipular vínculos personales y apropiarse de recursos bajo el velo de la fe. La periodista concluye que, aunque el Opus Dei enfrenta un escrutinio cada vez mayor, “no ha perdido poder, pero sí jerarquía en la iglesia católica por las decisiones que ha tomado el Papa Francisco».