David Lynch ha fallecido, pero ha dejado un legado que va más allá de las películas y series que pudo haber creado durante su vida. Más allá incluso del cine, marcando la música, y él mismo siendo amante de esta.
El legendario director tenía una gran sensibilidad ante todo lo que le rodeaba, y en ese contexto, tuvo la oportunidad de compartir con muchas personalidades que lo deben estar recordando en este momento. Una de ellas, Paul McCartney.
Paul McCartney y la meditación
Hace algunos años, Lynch tuvo la oportunidad de entrevistar a otra leyenda, el histórico beatle, y al contrario de preguntarle algo limitado a lo musical, el cineasta fiel a sus intereses se inclinó a algo más personal.
«Lo primero que quiero decir es que es un gran honor poder entrevistarte y hablar contigo, Paul. Y tengo que decirte que no soy un entrevistador profesional. Pero tengo curiosidad, así que te preguntaré algunas cosas. Y tengo curiosidad, supongo que, en algún momento de los 60, para contextualizar, ¿cuándo escuchaste por primera vez la palabra meditación, y qué pensaste al respecto?», le dijo al icónico compositor.
Macca rememoró: «Fue, de hecho, la esposa de George Harrison, Patty (Boyd), quien se enteró de que Maharishi venía a la ciudad, y dijo que deberíamos ir todos. Fue una de esas cosas. Y yo, personalmente, no lo estaba pasando bien. Creo que estaba lleno de cosas. Así que simplemente no estaba muy centrado, y creo que estaba en busca de algo. Creo que todos lo estábamos».
«Esa fue la primera vez que escuché sobre la meditación, pero en realidad lo habíamos visto cuando éramos niños y crecíamos en Liverpool. Porque, como sabes, recorrió muchas veces el mundo difundiendo su mensaje, y salia en la televisión. Y recordábamos a este hombrecito risueño, y nos encantaba. Decías, es tan genial. Estaba en la televisión, dando una entrevista, y se reía con esa risa fabulosa que tenía, y era muy entretenido, muy llamativo. Así que todos dijimos, es ese tipo», contó Paul McCartney.
David Lynch, al preguntarle sobre qué sintió cuando escuchaba a este sujeto, Macca le respondió: «Era muy interesante, te calmaba, y parecía ser algo que valía la pena intentar. Lo explicó muy bien, lo hacía parecer simple y muy atractivo. Así que sentí que nos había comprado a todos.