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«A Whiter Shade Of Pale» de Procol Harum: la épica de un clásico psicodélico que definió una era

El 10 de junio de 1967, el single de la banda británica alncazó la cima y se convirtió en un esencial del repertorio del rock clásico.

Procol Harum 1967 Getty 02 Web

En el vasto paisaje de la música rock de los 60, la psicodelia reinaba y las bandas buscaban constantemente empujar los límites creativos. Ahí, emergió una pieza que se destaca no solo por su melodía cautivadora. Sino también por sus letras enigmáticas y su atmósfera etérea. Esa es «A Whiter Shade of Pale» de Procol Harum. Una canción que, desde su lanzamiento en 1967, ha resonado profundamente en la cultura musical y sigue siendo un himno eterno.

Desde los primeros acordes del órgano Hammond, es evidente que «A Whiter Shade of Pale» no es una canción común. La melodía, inspirada en la suite «Air on the G String» de Johann Sebastian Bach, se entrelaza con una base de rock suave, creando una fusión única que atrapa al oyente desde el primer momento. El órgano de Matthew Fisher establece un tono melancólico y reflexivo que se mantiene a lo largo de la canción.

Las letras de Keith Reid, son objeto de análisis y debate durante décadas. La canción pinta imágenes vívidas y surrealistas que evocan una sensación de ensueño y misterio. Reid se inspiró en una experiencia personal en una fiesta. Pero las referencias literarias y el simbolismo profundo permiten múltiples interpretaciones. Haciendo que cada uno pueda encontrar su propio significado en las palabras.

«A Whiter Shade of Pale» no solo cautivó al público y a la crítica en su lanzamiento. Ha logrado mantener su relevancia a lo largo de los años. Fue uno de los sencillos más vendidos en el Reino Unido en 1967 y ha sido versionada por innumerables artistas, desde Annie Lennox hasta Joe Cocker. Su inclusión en la banda sonora de numerosas películas y programas de televisión ha contribuido a su estatus icónico.

«A Whiter Shade of Pale» es más que una canción. Es una obra maestra que encapsula la esencia de una época y sigue siendo un testimonio del poder duradero de la música. Procol Harum, con esta pieza, logró no solo destacar en una década llena de innovación, sino también dejar una marca indeleble en la historia del rock. Para aquellos que buscan sumergirse en un viaje musical que desafía las convenciones y abraza la belleza de lo enigmático, esta canción es una parada obligatoria.


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