Noticias

Billy Idol y su victoria frente a las drogas: «Tuve suerte de superarlas, porque muchos no lo logran»

El emblemático cantante británico abordó su "sobriedad californiana"; aquella donde solo se sigue consumiendo marihuana.

Billy Idol
Getty Images

Billy Idol ha reflexionado sobre su camino hacia la sobriedad, que ha tenido mucho que ver haber decidido «dejar de ser un drogadicto». Una situación con la que reconoce ha sido afortunado.

El icónico cantante que alcanzó su peak de fama en los 80, compartió que ahora se encuentra en la «sobriedad californiana»; es decir, cuando una persona abandona el alcohol y las drogas duras pero sigue consumiendo marihuana.

Entre otras cosas, Idol contó en una entrevista que su decisión de superar las adicciones llegó después de que casi perdiera una pierna en un accidente de moto en 1990.

«Realmente empecé a pensar que debía intentar seguir adelante y dejar de ser un drogadicto y cosas así», le dijo al medio People. «Me llevó mucho tiempo, pero poco a poco conseguí una especie de disciplina en la que ya no soy realmente el mismo tipo de persona que era en los 80. No soy el mismo drogadicto».

Respecto a eso, señaló que Alcohólicos Anónimos diría: “Siempre eres un drogadicto. Y puede que sea cierto, pero ya no me drogo tanto. Lo superé de alguna manera. Tuve mucha suerte de poder superarlo porque mucha gente no puede».

La sobriedad de Billy Idol

La voz detrás del hit «Dancing With Myself» reveló que se encuentra en un momento de la vida en el que puede disfrutar y no excederse.

«Puedo tomarme una copa de vino de vez en cuando», afirmó Billy Idol. «No tengo que hacer nada. Pero, al mismo tiempo, ya no soy el drogadicto que era en el pico de los 70, 80».

Y añadió: «Muchos de mis amigos de los viejos tiempos están sobrios. Steve Stevens [mi guitarrista] está sobrio, y Billy Morrison [guitarrista y cantante] de mi banda está sobrio. Hay gente a mi alrededor que está sobria. Eso ayuda mucho».

«Estoy, supongo, californiamente sobrio. Me digo a mí mismo que puedo hacer lo que quiera, pero luego no lo hago. Si me digo que no puedo hacer nada, quiero hacerlo. Así que me digo: Puedes hacer lo que quieras. Pero en realidad no lo hago».


Contenido patrocinado

Compartir