“Atrás queda la tierra” es el libro que publicó Arianna de Sousa-García, periodista venezolana y magíster en Escritura Narrativa, quien lleva exiliada en Chile desde el 2016. Esta obra nos muestra la catástrofe de una nación y cómo una madre intenta contárselo a su hijo. Según la autora, es la historia sobre “millones de venezolanos, pero también de todo quien haya tenido que sufrir el exilio.”
“Es bastante difícil ser un cuerpo migrante en Chile cuando no sabemos si va a haber un regreso”, declaró la autora.
“Yo diferencio el exilio de la migración económica en la imposibilidad de volver”, afirmó De Sousa-García. “Hoy mismo los venezolanos si quisiéramos volver simplemente de viaje hay que pagar un salvoconducto”.
Migración irregular
La autora rechaza el término «migración irregular» que se utiliza en Chile para describir la migración de venezolanos, considerándolo un insulto. «Yo pienso que al inicio se trataba de exilio, pero ahora que somos muchos más venezolanos y los medios han tenido una en nombrar y renombrar las cosas, se ha instalado públicamente ese discurso», declaró.
De Sousa-García señaló: “en la migración forzada, las condiciones no están dadas para esperar documentos desde Venezuela o esperar que allá se solucione algo, entonces las personas están caminando hacia cualquier lugar, esa es una mirada que se debería tener diferente hacia esa masa de personas”.
“Lo único que te puedes aferrar es en el futuro, en la posibilidad de la vida”, reflexionó.
Respecto a su experiencia personal en Chile, compartió: “Yo trabajo en una librería desde que llegué aquí. Por lo menos una vez a la semana recibo ataques por mi nacionalidad. Creo que es imposible para mí esconder mis orígenes”.
“Somos todos presos de la misma vulnerabilidad, lo que hago yo es pisar más fuerte, estar segura de quién soy yo, decirle a mi hijo quién es”, afirmó Arianna en conversación con Palabra Que Es Noticia.
Sobre la situación política en Venezuela: “Maduro es un dictador absoluto, un violador de derechos humanos”, denunció De Sousa-García.
“Esa situación como ciudadana no es solo bastante frustrante sino también definitoria”, continuó la autora de “Atrás queda la tierra”. “Si me siento aquí a salvo, no, pero allá tampoco”.