John Gosling, tecladista original de The Kinks, falleció a los 75 años de edad. Así lo hicieron saber sus ex compañeros, quienes lo despidieron en sus redes sociales recientemente.
«Nos entristece profundamente la noticia del fallecimiento de John Gosling. Enviamos nuestras condolencias a la mujer y la familia de John», publicó la banda a través de un comunicado. Mientras que también cada uno lo hizo individualmente.
«Nuestras condolencias a su mujer, Theresa, y a su familia. Descansa en paz querido John», mencionó Ray Davies. Mientras que su hermano, el guitarrista Dave Davies, indició estar «profundamente afectado».
«Ha sido un amigo y un importante colaborador en la música de los Kinks durante el tiempo que estuvo con nosotros. Mi más sentido pésame a su mujer y a su familia. Siempre guardaré un profundo afecto y cariño por él en mi corazón. Un gran músico y un gran hombre».
Por su parte, el mítico baterista Mick Avory también le rindió homenaje: «Hoy hemos perdido a un querido amigo y colega, era un gran músico y tenía un fantástico sentido del humor… lo que le convirtió en un miembro popular de la banda, nos deja unos recuerdos muy felices. Que Dios le bendiga…».
El paso de John Gosling como uno más de The Kinks
Gosling se unió al legendario grupo británico en 1970. En su audición, interpretó maquetas de «This Time Tomorrow», «Powerman» y uno de los mayores éxitos de la banda, «Lola».
El fallecido eventualmente dejaría su puesto en 1978, para ser sustituido por Ian Gibbons. No obstante, más tarde fundó la banda The Kast Off Kinks, que, como su nombre indica, estaba compuesta por ex músicos de los Kinks, entre ellos Avory, Jim Rodford, John Dalton y el mismo Gibbons.
«Los Kast Off Kinks están devastados por la noticia de la muerte del ex teclista John ‘The Baptist’ Gosling», escribió la agrupación.
En 2009, durante una entrevista posterior a su jubilación de esta banda derivada, el músico reflexionó sobre su paso por el grupo original, principalmente sobre lo cómodo que lo hicieron sentir desde el principio.
«Parecían un grupo de chicos muy despreocupados», dijo sobre The Kinks. «Dave Davies me dio una cerveza de una caja en medio de la habitación cuando entré y no hubo ningún comportamiento estelar».
Así, rememoró haberse sentido «en casa, como si siempre hubiera estado allí».