ENTREVISTAS

Patricio Melero: «Creo que al ex presidente Pinochet le tocó un momento muy difícil»

De la Cuenta Pública del presidente Boric y su visión de la figura del dictador Pinochet, hablamos en #FuturoPSP con el ex lider de la UDI.

Patricio Melero Pinochet Futuro PSP
Agencia Uno

De lo que dejó y cómo evalúa la Cuenta Pública realizada ayer por el Presidente Gabriel Boric, además de la declarada admiración de Luis Silva al dictador Augusto Pinochet, hablamos en Palabras Sacan Palabras con el ex presidente de la UDI, Patricio Melero.

¿Qué le pareció el discurso?

Lo encontré sin duda con un tono conciliador, donde el presidente busca apoyo para buscar acuerdos y llevar adelante la tarea de gobernar. Es generoso en las palabras y mezquino en los hechos, porque muchas de las cosas que se están viendo en el Congreso no avanzan. Creo que el gobierno sigue con un diagnóstico desconectado de la realidad, como si el rechazo del 4 de septiembre o la derrota del 7 de mayo no hubieran pasado. Siguen actuando como si no tuvieran una minoría de apoyo, siguen insistiendo en caminos con una mirada más ideológica y elitista que práctica. Cuando el presidente convoca a los acuerdos hay que plantear en qué ejes se va a trabajar.

¿Cuál cree que sean los cambios que introducirán desde el Gobierno para tramitar y negociar la nueva reforma Tributaria? ¿Cuál cree usted que deberían ser las condiciones?

No prometer lo que no se puede cumplir. La reforma tributaria, en el mejor de los casos, se ha dicho que recaudaría unos 9 mil millones de dólares. Solo la condonación del CAE costaría entre 9 mil y 12 mil millones de dólares, la deuda histórica de los profesores está entre los 12 mil y los 14 mil millones de dólares. No se habló nunca de crecimiento económico, a como generar más empleo y más productividad. Estamos con una alta tasa de desempleo y los países también generan ingresos por la vía del crecimiento económico. Bajo la clásica mirada de la izquierda siempre se les ocurre subir impuesto. Echo de menos que se piense en el crecimiento económico. Hay una suerte de omnipotencia, como una solución a todos los problemas con esta reforma y eso no se va a dar. Decirle eso a los ciudadanos es faltar a la verdad.

Si invertimos el argumento podríamos decir que a la derecha siempre le cuesta hablar de subida de impuestos, ¿es así?

Si usted mira la historia política hemos contribuido muchas veces a subir impuestos. Esto de subir impuestos para causas específicas no está permitido constitucionalmente, no pueden tener un fin específico como financiar el CAE. Los impuestos van a las arcas fiscales y después el presidente, a través de la Ley de Presupuestos, los puede destinar. Hay un optimismo de recaudación que no se va a dar. El IVA es lo que más recauda para el Estado. Si el país crece, crecen las ventas, se compra más y, por tanto, el Estado recauda más. Si pasa al revés, entonces obviamente es menos recaudación para el Estado.

Sobre la reforma a las pensiones, ¿cómo cree que el hecho de la salida del subsecretario enrede esta discusión?

El gobierno perdió a quien era el autor intelectual del proyecto de reforma de pensiones. El ya no está y era el interlocutor privilegiado con el que los parlamentarios estaban sosteniendo conversaciones. Sin perjuicio de todo lo que falta por aclarar en una confusa salida, hay todavía muchas cosas que aclarar y obviamente afecta la disposición del parlamento y del mundo político. Al margen de la persona del subsecretario, nuevamente nos encontramos con una reforma que va en contra del sentir de los chilenos, que quieren que el aumento de su cotización se vaya a las cuentas individuales. La ciudadanía que sus ahorros previsionales se administren fundamentalmente en entidades privadas porque desconfían del Estado, sea un gobierno de izquierda o de derecha. Un gobierno que tenga estos recursos a manos puede verse tentado rápidamente a populismos y a echar mano a estos recursos. También creo que terminar con las AFP es un despropósito, hay que reformarlas, no eliminarlas. Hay que ponerles exigencias, hay mucha ideología en la actual reforma constitucional.

A propósito de la victoria del Partido Republicano en el Consejo Constitucional y de cara a las próximas elecciones, ¿cómo analiza este avance?

En política siempre hay que estar disponible a competir, es legítima parte del proceso democrático. Lo que la UDI tiene que hacer es fortalecer su trabajo y su estilo de funcionar. Tenemos que hacer autocrítica de por qué hemos ido perdiendo electorado. Sin duda el Partido Republicano nos pone en competencia porque tenemos mucho en común, muchos de los miembros de Republicanos vienen desde el mundo de la UDI. La diferencia no está tanto en los principios más que en las formas de trabajar. Ojalá que las derechas y centroderechas chilenas tengamos la capacidad de tener mayor adhesión ciudadana que las izquierdas y para eso tenemos que trabajar en acuerdos para enfrentar las elecciones.

¿Ve ese espíritu de acuerdo en el Partido Republicano?

Creo que aquí, el que quiera pasarle la aplanadora al otro, no entiende que en política se necesita de alianzas. Si el día de mañana José Antonio Kast y el Partido Republicano llegan a la presidencia, van a necesitar de Chile Vamos. Hay que construir alianzas en el camino, basta con ver el éxito que tuvo la Concertación en Chile, con una mancomunión de propósitos. Hoy la forma de representar a los ciudadanos es la unidad en diversidad, yendo en listas juntas y la idea de gobernar juntos. Los caminos solos por el desierto solo llevan a la derrota.

¿Quién es para usted Augusto Pinochet?

Yo creo que el ex presidente Pinochet fue una persona a la que le tocó un momento muy difícil al haber tenido que hacerse cargo del país a través de un pronunciamiento militar que la mayoría de la ciudadanía requería. Hoy se reescribe la historia como si la izquierda no hubiera tenido responsabilidad alguna en la crisis económica que se vivió antes. Frente a ese escenario ya en el año 1967 el Partido Socialista había proclamado la lucha armada para llegar al poder y pareciera que ahora no tienen ninguna responsabilidad. La legitimidad del Golpe de Estado tiene origen en el derecho de rebelión de un pueblo frente a un proyecto de instalar una dictadura del proletariado marxista. Con la misma energía que valoro esta intervención cuestiono las posteriores violaciones sistemáticas a los derechos humanos.

¿Cómo ve la celebración de los 50 años y el clima alrededor?

El presidente ayer en su discurso trató de establecer un criterio de no ahondar en divisiones. Nadie va a cambiar mucho de opinión, pero si se pueden aceptar los hechos que se vivieron en el país. Creo que, si tenemos una mirada de contexto, amplia, condenando las violaciones a los derechos humanos y reconociendo los procesos políticos que llevaron a una fragmentación de la democracia, podemos tener una conmemoración que corresponda.

¿Usted siente admiración por Pinochet?

Siento un enorme respeto por la tarea que les tocó. ¿Quién llevó a los militares al gobierno? Allende, eso la gente no lo sabe. Él llamó a los militares a gobernar. Los militares no se tomaron el poder porque quisieran mandar, sino que respondían a un contexto. En los escenarios de Guerra Fría, con una Cuba que quería instalar a Fidel Castro y una Unión Soviética que mandaba armamento a Chile. Todo eso parece lejano, pero el deber de todo chileno es mirar la historia con objetividad y no mirar la historia sesgada de uno u otro lado.


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