ENTREVISTAS

Alcalde de Rapa Nui y su posición ante las elecciones del Consejo Constituyente: «Voy a ir a votar responsablemente, pero voy a anular»

Del retroceso que significan las elecciones de este domingo para Rapa Nui, hablamos en #FuturoPSP con el Alcalde Petero Edmunds Paoa.

Petero Edmunds Paoa
Radio Futuro

Este domingo se vuelven a abrir las urnas a lo largo del país. En esta ocasión, para la elección del Consejo Constituyente que se encargará de llevar adelante una nueva propuesta de Constitución.

Sobre esto y cómo para Rapa Nui este proceso constituyente solo significa retroceso, impotencia y todo lo contrario a algo transversal y unitario, conversamos en Palabras Sacan Palabras con el alcalde de la isla, Petero Edmunds Paoa.

¿Qué le ha parecido Santiago en esta visita?

Hace tres años que no venía. La ciudad está un poco cochina, metafóricamente hablando. Las personas están más temerosas, aprehensivas. Siento un temor en las calles que hace 3 o 4 años no se sentía. A mí me gusta caminar por los barrios y ahora no me ha pasado nada, pero se siente la energía que hay.

¿Qué lo que han sido sus actividades principales esta semana?

Me he dedicado en un periplo con las autoridades que nos están gobernando para hacerles saber la situación de Rapa Nui y su visión de futuro. Es una comunidad especial, una etnia que está ligada a la gran etnia del Pacífico que está vinculada y forma parte del triángulo de la Polinesia. Todo esto es importante hacérselo saber al gobierno, que tenemos un plan de autosustentabilidad y que para eso tenemos una estructura básica que queremos que se considere.

¿Cuánto cambió la isla durante la pandemia y en este tiempo de reapertura?

Lo que hicimos al cerrarnos fue rescatar códigos ancestrales que estaban ahí y que transmitíamos a los turistas a modo de entretenimiento. Cuando nos tocó vivir un encierro sin turistas, tuvimos que traer los códigos para contenernos. La mejor manera que encuentro de explicarlo es imaginar que estás en el medio del océano, en un bote con 300 personas que van a una tierra prometida y solo el capitán del bote sabe la dirección, mientras el resto solo pueden remar. Lo que tiene que hacer el capitán es evitar cualquier conflicto que haga peligrar el destino.

La manera de hacer eso es aplicar el Tapu, que es una orden sagrada que se aplica y no hay desobediencia. En siglo XXI, cerrar las fronteras de la isla hace que nos vean como locos, pero si se aplica el Tapu en aras de protegernos de un fenómeno que nadie sabía qué nos podía hacer y cómo podíamos enfrentarlo, especialmente en una cultura donde el respeto al adulto mayor era lo máximo. Otro código tiene que ver con Umanga, que significa que me vienes a ayudar con todo lo que tienes para que ambos salgamos fortalecidos a ayudar al otro y establecer una cadena de ayuda. Nunca se saca en cara, es mucho más que una cadena de favores porque no se cobra. Tenemos otro código que es respetar el momento que estamos viviendo y los tiempos para esperar la solución a este conflicto mundial que era la pandemia.

Todo esto nos hizo pensar en nosotros mismos y crear una economía circular para que fuéramos autosustentables, porque no había turismo. Si antes nos comíamos un atún solo, ahora nos comemos el ojo del atún porque el resto hay que compartirlo. En un momento teníamos tanta producción que tuvimos que hacer trueques. Después nos empezamos a meter en nuestros sitios arqueológicos para protegerlos mejor, para cuidarlos. También nos dedicamos a limpiar los océanos de plásticos. Hicimos un reciclaje textil que partió por ahorrar 2 toneladas de ropa que se botaba en los vertederos y que actualmente ascendió a 28 toneladas de ropa ahorrada. Entendimos que los recursos había que optimizarlos. Somos la comuna en Chile que más recicla y nuestro objetivo es llegar de aquí a 20 años a basura cero.

¿Cómo lo hicieron con las deudas o con casos de conflicto?

Había conflictos, pero por eso trajimos al frente estos códigos. El encierro nos permitió entender que había muchos conflictos, sobre todo de salud mental. Creamos programas para contenerlos, aplicando los códigos y centrándonos en que la familia se hiciera cargo de la preocupación y el tratamiento de la salud mental. Este programa nació en pandemia para enfrentar conflictos de alcoholismo, violencia intrafamiliar,

¿Cómo miran el proceso constituyente?

Para nosotros lo que viene ahora es un retroceso, una frustración, un enojo contenido en un territorio en el medio del Pacífico. Aspirábamos a un país que se abre a trabajar en conjunto para un solo país. Nosotros creemos en un país unitario. Sin embargo, lo unitario aquí se acordó entre 4 paredes por clubes políticos, no partidos, porque siempre son los mismos que se ponen de acuerdo para el resto de los chilenos. Nuestra percepción es que, en vez de avanzar, retrocedimos. Cuando discutíamos el proyecto original de la otrora Convención, aspirábamos a mucho más de 30 escaños indígenas y terminamos acordando 17. Ahora, con cero discusión, borraron la ley con el codo y entre 4 paredes se pusieron de acuerdo para reducirlo.

“Nos marginaron como en los peores tiempos del Apartheid”, dijo la ex convencional Elisa Loncón respecto a la reducción de los escaños reservados. ¿Coincide con sus dichos?

Totalmente. Si yo estuviera en un escenario de las Naciones Unidas y escucho a mi Chile hablando de diversidad, de respeto a sus orígenes y a los derechos humanos, me haría un harakiri porque no me creería lo que están diciendo.

¿Irá a votar este domingo?

Voy a ir responsablemente, pero voy a anular. No me convence ninguna de las personas implicadas en el proceso.


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