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Harry Belafonte, cantante y actor activista, muere a los 96 años

El artista, amigo de Martin Luther King y un verdadero referente para los afroamericanos, falleció por insuficiencia cardíaca.

Harry Belafonte 1956 Getty Web

Harry Belafonte, cantante de fama internacional, carismático actor y referente de la era de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, murió este martes en su casa del Upper West Side, en Manhattan. La causa de la muerte ha sido una insuficiencia cardíaca, según informó un portavoz. Tenía 96 años.

Belafonte hizo historia del show business en los 50. Rompió todas las barreras raciales para encaramarse a lo más alto del negocio como el “rey del calypso”. Hijo de inmigrantes antillanos, creció en la parte más pobre del barrio de Harlem. Y partió de la música de sus raíces para conquistar al público con una voz sedosa, irresistible en canciones que fueron enormes éxitos. Esas fueron «The Banana Boat Song» (y su inconfundible y evocador grito, “Day-O”), incluida en el álbum «Calypso» (1956). También «Matilda» o «Island in the Sun», titulada como la película ( en la que compartió cartel en 1957 con Joan Fontaine, una vez que la ley despenalizó las relaciones interraciales en la pantalla. Pocos músicos eran capaces de disputarle entonces su lugar en lo más alto del Olimpo de la fama.

Una vez dentro del sistema, club en el que lo aceptaron gracias a su imagen de sex symbol, cambió el guion que le tenían preparado y empleó todo su capital en cambiar las cosas, desde los escenarios, el cine y la televisión. Se mantuvo siempre fiel a dos de sus máximas. “El papel del arte no es mostrar la vida, sino enseñarnos cómo debería ser esa vida”. Y: “No soy un artista que devino activista, sino un activista que decidió meterse a artista”.

Como parte de ese afán, trabajó estrechamente con el reverendo Marin Luther King Jr. por la igualdad de los negros en Estados Unidos en los 60. Con el mismo ahínco, se implicó en la lucha contra el apartheid dos décadas después en Sudáfrica.

Los años no hicieron mella en su compromiso. Siempre estuvo dispuesto a intervenir en el discurso público de un país al que vio cambiar. Pero no lo suficiente. Criticó lo mismo a George Bush hijo por su guerra injustificada en Irak que a Obama, porque tras su imagen, “elegante e intelectual”, se escondía a su juicio una persona poco empática con los desposeídos, “negros o blancos”.

Una de sus últimas apariciones, antes de que su salud se deteriorase irremediablemente, fue en 2018. En la película «BlacKkKlansman», de Spike Lee, interpretaba a un anciano líder de los derechos civiles que cuenta la persecución judicial y el brutal linchamiento de Jesse Washington, un adolescente negro, en Waco, Texas, en 1916.

Harold George Bellanfanti Jr. nació en Nueva York en 1927. Hijo de un cocinero nacido en Martinica, y una empleada del hogar de Jamaica. En ese país, vivió entre los ocho y los 13 años

Tras servir en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, se alistó, gracias a la ayuda para estudiar que recibieron en esa época los veteranos de guerra, en el Taller Dramático de la Nueva Escuela de Investigaciones Sociales. Ahí recibió las enseñanzas del Método, de Lee Strasberg, y coincidió con Marlon Brando, Walter Matthau y Sidney Poitier. Este último, otro símbolo de la lucha de los afroamericanos por abrirse paso en la cultura estadounidense, se convertiría en un gran amigo durante décadas hasta que la muerte a los 94 años de Poitier los separó en enero de 2022. En 1970, ambos se embarcaron en una empresa para ayudad a producir filmes en los que actores y directores fueran negros.

En la primera mitad d elos años 50, Belafonte pasaba las noches cantando clásicos de jazz, pop y folk, que pasaba por el tamiz de sus ancestros, en garitos de Nueva York como el Village Vanguard. Fue en ese mítico local de jazz, aún en activo, donde fue descubierto por un ejecutivo del sello RCA Victor. Con ellos, firmó con un contrato discográfico en 1952.

Sus opiniones, ciertamente radicales en aquel país y en ese momento, no afectaron a su fama, ni a su capacidad para obtener prestigiosos reconocimientos. Consiguió tres premios Grammy, un emmy y un tony, así como la Medalla Nacional de las Artes del Congreso, en 1994. Belafonte recibió además el Oscar de Honor de 2014, consigna El País.


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