ENTREVISTAS

Manuel Guerrero Antequera: «Hay muchos temas pendientes. Vemos diversos brotes de violencia tanto institucional como delictiva»

"Tenemos un paso de la dictadura que aún está en un proceso de reconstrucción de tejido social dañado", señala en #FuturoPQN el sociólogo y autor de "Sociología de la masacre".

Manuel Guerrero Antequera Card Web
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Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el sociólogo e hijo de una de las víctimas de la dictadura militar, Manuel Guerrero Antequera.

“Sociología de la masacre” es un libro que aborda desde lo teórico y lo empírico la complejidad en que se expresa y enfrenta la violencia, para cuestionarnos cómo llega a producirse una masacre; cómo se llega a ser delator o torturador; en qué condiciones y de qué forma la población civil colabora con la coerción y cómo hacerle frente para contenerla y prevenirla. Un libro necesario que, a 50 años del Golpe de Estado, invita a revisar de qué manera somos parte del engranaje de la violencia y cuál es nuestro rol a la hora de detenerla.

¿Cuál es la convicción que te lleva a desarrollar este libro?

“En esta fecha y año, además de que se conmemoran 50 años del Golpe, hoy se cumplen 39 años del secuestro de mi padre. Desde mi infancia viví la masacre. Este libro profundiza y busca comprender cómo sucedió y de qué manera la gente se hizo parte de la masacre”, señala Manuel Guerrero Antequera.

¿Cómo se lleva adelante ese concepto?

“Lo que hago en el libro es detallar mi experiencia personal con el caso de mi padre con su secuestro y posterior degollamiento. Hago un paseo por los diversos genocidios. Por ejemplo, el genocidio de Stalin, de los nazis y llego hasta el caso de Chile desde 1973. A partir del 12 de septiembre hasta el 30 de diciembre de ese año se generó una gran cantidad de desapariciones y muertes. Posteriormente con el nacimiento de la DINA y CNI, comienzan las torturas. En este texto hago una producción de las violaciones de derechos humanos”, indica el sociólogo.

¿Se doblega el terror? ¿Hay algo de eso en el texto?

“Lo que el libro estudia son las diversas formas y temporalidades de la violencia. Es combinada entre el Estado hacia la población, respecto a la masacre. La persecución de grupos concretos en dictadura tiene que ver con una reorganización de la sociedad. Especialmente en la población que no participa de la situación particular. Me interesa apuntar que salgamos del lugar común, de víctima y victimario, y llevarnos a mirar sobre el accionar de las personas. La Vicaría de la Solidaridad fue una entidad que estuvo ahí”, afirma Manuel Guerrero Antequera.

¿Cómo pudiste transformar ese dolor en algo más?

“Son emociones que tratan situaciones límites. Cambia el contexto de vida y hay varios golpes. Una institución financiada por los impuestos de las personas, cómo secuestrar y opera esa maquinaria. Es un ejemplo de miles de niños que fuimos blanco de violencia expresado en el terror. Con el colchón afectivo de mi madre, esposa y amistades, pude iniciar el camino para comprender estos hechos realizados por seres humanos y así podemos comprender. Si comprendemos, por muy desastroso sea, se puede entender. Es un autoanálisis que apunta a lo colectivo”, asegura el sociólogo.

¿Pensaste que ese tránsito pudo haber sido tomado por sentimientos?

“Fue muy difícil. Cuando revisaba la prensa fue impactante. Cuando veo el documento de mi padre, atravesé diversas fases participando en una generación que buscaba la recuperación de la democracia. Me interesa transmitir mi experiencia pero desde otro foco”, asevera Manuel Guerrero Antequera.

¿Cómo lo colectivo le da un sentido?

“El Golpe no es solo un bombardeo a la palabra. Hay tal grado de dolor, que quedamos estupefactos y debemos volver a tener esa capacidad de reflexión. Hay un plano en que cada aniversario me vuelve a llevar a ese plano de niño. Quisiera que esto no se repitiera y debemos realizar ese proceso reflexivo”, plantea el sociólogo.

Desde la perspectiva de esta sociedad, ¿Cómo ves esto que hemos construido?

“Creo que todavía hay muchos temas pendientes. Vemos diversos brotes de violencia tanto institucional como delictiva. Tenemos un paso de la dictadura que aún está en un proceso de reconstrucción e tejido social dañado. Debemos comprender que muchas de las muertes fueron por gatillo fácil. Hubo uniformados que se resistieron al golpe. Existieron dentro de los grupos de izquierda que fueron torturadores”, fundamenta Manuel Guerrero Antequera.

“Debemos descifrar estos acontecimientos para que no vuelva a ocurrir”, complementa el sociólogo.

¿Pesa hasta hoy la dictadura?

“Pesa y mucho. Se dice que las cifras son bajas en torno a los detenidos desaparecidos. Sin embargo, después de las desapariciones se pasó a la tortura y fueron miles de personas torturadas. El cuerpo tiene memoria y debemos tratar de salir de ese espanto y goce. No estuvo bien, debemos comprender esos procesos y salir de ahí”, concluye Manuel Guerrero Antequera.


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