Terminó este 17, 18 y 19 de marzo la versión 2023 de Lollapalooza Chile y aunque la frase es un poco trillada, no deja de ser cierta. Es tiempo de balances.
Es el segundo año del evento en Parque Bicentenario Cerrillos, luego de la salida del querido Parque O’Higgins, con tres jornadas que se desarrollaron con un calor que sin exagerar fue «infernal» a momentos.
Por ello y como se ha transformado en un clásico que nadie pidió, luego de finalizado el onceavo Lollapalooza te presentamos lo bueno, lo malo y lo feo de un festival que ya está instaurado en la idiosincrasia musical de nuestro país.
Lo bueno de Lollapalooza Chile 2023
Se aprendió del año anterior. La organización detrás, sumó mayores puntos de hidratación, también agregaron stands de comida, de carga y esta vez no colapsó. Todo lo contrario, fueron pocas las filas para estos servicios que funcionaron sin problemas.
Los headliners a excepción de uno que mencionaremos más adelante, estuvieron bien elegidos para cada día. Se notaba la diferencia generacional entre días. Incluso el reemplazo de Blink 182, Twenty One Pilots llegó con un show sólido y logró una tremenda convocatoria.
La distribución de escenarios ayudó y bastante. Entre el Costanera y el Axe Stage era la mayor diferencia de distancias y en 12 minutos podías llegar de un extremo a otro.
Algo a destacar fueron los puntos de accesibilidad e incluso una detención «sensorial». Para evitar el ruido externo. La inclusión sigue siendo fundamental y se observaba con estar conscientes de las personas con movilidad reducida, o la creación de instancias para el disfrute de la música para personas sordas.
Rock chileno. Las oportunidades son para tomarlas, y dentro de nuestra vereda lo de Alectrofobia fue un triunfo para todos. Años en el circuito independiente que culminaron en un espacio totalmente merecido. Al igual que con Samsara, fue un gran espaldarazo para una banda bastante joven y con buenas credenciales.
Lo malo
Drake. Un artista sin ganas. Con un show a la rápida, sin pretensión alguna y a ratos parece que todo le importó bien poco.
Los pocos momentos de sombra son brutales, sin exagerar. Al ser un espacio nuevo para conciertos, Parque Cerrillos presenta árboles jóvenes que no provocan descansos. La producción instaló bastantes puntos para tapar el sol, pero por la cantidad de personas no son suficientes.
La baja de Blink 182. A estas alturas, no son necesarias tantas palabras.
Lo feo
En las afueras y dentro (en casos puntuales) del Parque Bicentenario de Cerrillos, fueron denunciados bastantes robos. Muchos más que años anteriores. Tanto así, que al momento de salir del recinto, los mismos Carabineros alertaban por altavoz a tener cuidado con las pertenecias propias. Una lástima.
Muchas presentaciones este año fueron detenidas por desmayos y problemas de salud. Un llamado también es para el autocuidado y esperamos que esas personas ya se encuentren en buenas condiciones.