Según un reportaje realizado por Biobío Investiga el delito de trata de personas con fines de explotación sexual en Chile ha aumentado en un 460%. Estos datos corresponden al período entre 2021 y 2022, por lo que el aumento del delito consta de tan solo un año y para los expertos ya es más que preocupante.
Según explica el medio todas las víctimas de las causas vigentes del período mencionado a cargo del ministerio Público, son mujeres migrantes. Cifras revelan también que sus agresores son, a su vez, hombres migrantes. En su mayoría los casos se concentran en las regiones del extremo norte, en la región Metropolitana y tres regiones del sur del país.
El género en el tráfico de personas
Respecto a la trata personas, la importancia del género signifcará el tipo de explotación a la que derive. Según expertos consultados durante la investigación, puede variar en trabajos forzados o explotación sexual. Donde, en el caso de las mujeres, es que estas sean las principales víctimas de explotación sexual.
En ese sentido, el aumento significativo de la trata de personas en relación a la explotación sexual ha sido preponderante en esta categoría de delito.
Al respecto, entre los operativos más recientes ocurrió en plena Plaza de Armas en el Portal Fernández Concha. La Policía de Investigaciones desbarató una red de explotación sexual que, además, incluía a víctimas menores de edad.
En aquella ocasión, la operación dejó seis extranjeros y un chileno detenidos. De igual forma, de los 26 imputados de investigaciones del años pasado, sólo dos son chilenos. Es así que, en la mayoría de los casos de explotación, como explica la investigación, las mujeres migrantes explotadas sexualmente son también «víctimas de sus mismos compatriotas».
No obstane, poco se sabe hasta el momento de los clientes que colaboran en el deito de explotación sexual. Como explica Biobío Investiga, «el crimen organizado encontró en Chile un es espacio fértil para su expansión».
Una investigación publicada por CIPER reveló que son más de 1.000 los hombres que se anotaron exclusivamente al Portl Fernández Concha para pagar por sexo. «A ciertas horas, el flujo es tan intenso que en el listado se anota un hombre por minuto», detalla en el reportaje. De modo que falta aún por reconocer por qué en Chile ha tenido tanta recepción la explotación sexual, inclusive, de menores.