ENTREVISTAS

Doctor Elie Poulin y expedición a la Antártica: «somos una zona privilegiada para el acceso del estudio del cambio climático»

En #FuturoPSP conversamos con el Doctor Elie Poulin sobre su expedición por el mar de Weddell en la Antartica.

Diseño Sin Título (3)
getty images

A través de una colaboración internacional, nunca antes vista, entre el SEDNA Expeditions y el Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE), un grupo de científicos navegaron por el mar de Weddell para realizar estudios sobre microorganismos, plantas, musgos, pingüinos de Adelia y emperador. La expedición contó con científicos de Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Chile, quienes visitaron un área muy poco explorada por la ciencia. La plataforma de hielo Larsen B fue el territorio visitado para el estudio del cambio climático. En Palabras Sacan Palabras  hablamo con el Docotor Elie Poulin del Instituro Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE), al respecto.

¿Cuántos días duró la expedición?

«Alrededor de doce días duró. Pasamos por el paso de Drake e ingresamos al mar de Weddell».

¿Cómo fue esa experiencia?

«La idea de estar embarcado con un total de 20 investigadores fue clave. De los cuales 12 eran parte de nuestro equipo de trabajo, tuvimos una planta interdisciplinaria grande para estudiar los fenómenos. El objetivo era el estudio de microorganismos, líquenes, musgos, invertebrados marinos, peces y aves marítimas antárticas».

«Cuando el barco llega al territorio, nos dispersamos y hacemos la recolección de muestras, buceo y visualización del espacio. Se realiza en una base científica. Por lo que no hay mucha manera de moverse».

¿Cómo es el procedimiento estando allá?

«En primera instancia uno va a una base para la observación y en nuestro caso, como hacemos estudios geográficos, vamos a terreno. Tuvimos acceso a un rompehielos de última generación y eso nos ayudó bastante».

«No todos los barcos son rompehielos. De manera que la tecnología de este barco nos permitió acceder a lugares que nunca se han podido desarrollar».

Estas expediciones tienen una narrativa en común…

«Sí, hay una narrativa muy en común. Hay mucha referencia a los naturalistas, donde la idea era la misma: navegar y explorar para poder recolectar muestras y estudiar».

«El incremento de dineros para la investigación es grande y eso nos ayuda muchísimo. La importancia de la ciencia antártica guarda relación con las conexiones que ocurren en ese espacio y se traslada a nuestra costa».

«El tema del cambio climático, en su zona polar, se ven afectados de gran manera y somos una zona privilegiada para el acceso del estudio del cambio climático. La crisis de la biodiversidad no es causa del cambio climático, sino de la contaminación y la destrucción de los hábitats».

«El cambio climático viene. Podemos dejar de contaminar y reforestar. Sin embargo, el cambio climático es una realidad y viene. Va a impactar muy fuerte a nuestro ecosistema».

Sabemos que volvieron en enero… ¿Cuándo pueden arrojar algunos frutos sobre los pingüinos y las muestras realizadas?

«Por primera vez pudimos tener acceso a los pingüinos emperador. Antes no teníamos la logística para realizar esas investigaciones. Chile está a punto de tener un nuevo rompehielos ruso. Ya está en el agua y esperamos que con ese nuevo rompehielos tengamos la capacidad de realizar nuevas investigaciones».

El turismo en la antártica es nefasto, ¿no?

«No es tan así. Debe ser necesario regular. Comencé mis procesos investigativos en la antártica en los años 90. Es difícil pensar en la idea de cerrar la puerta a quien quiera conocer estos espacios. Debe ser controlado y lo es. Las medidas para evitar la introducción de las especies. Hay que controlar el flujo pero no prohibir».

«Es necesario regular. Algunos sitios están sobre visitados. Hay zonas en las que pueden llegar varios barcos en el mismo día y eso tendrá un impacto directo».


Contenido patrocinado

Compartir