Uno de los shows del año fue lo que presentó Fother Muckers, la agrupación de rock integrada por Cristóbal Briceño, Simón Sánchez, Martín del Real y parte del equipo de Radio Futuro, Héctor Muñoz.
En el Teatro Caupolicán se gestó este regreso después de 11 años desde su disolución. La confirmación de su reunión provocó alta convocatoria con un lleno total en el recinto de San Diego.
Desde las 19:30 horas del sábado 3 de noviembre, se desarrolló «la noche de los muertos vivientes». Show temático de Fother Muckers con un escenario que mostraba tumbas, los roadies se paseaban con túnicas y el humo se tomó constantemente el show, en una atmósfera perfecta acompañada por el ferviente público que presenció la vuelta.
Fother Muckers y su histórica noche
Fueron veintiún canciones con una gran selección del catálogo de la banda. Luego de lo ocurrido en RockOut, lugar donde Fother Muckers hizo su regreso «oficial», entregaron un pequeño canapé de lo muy bien construido que estuvo el show en el Caupolicán.
Desde lo musical, se lucieron con un sonido perfecto y arreglos entre canciones que mantenían la atención de los asistentes. «Caluguitas» como canciones de Los Prisioneros o Luis Miguel, nuestro Héctor Muñoz lanzándose al suelo, tocando sobre los parlantes y ejecutando su querida guitarra sobre el público, en un claro agradecimiento de estar in situ agradeciendo a cada alma que participó en este rito de los muertos vivientes.
Bromas, abrazos, golpes y mucho rock fue lo ocurrido en el proscenio de los Fother Muckers con la respuesta de un público que «mosheó». Prendió sus celulares en las baladas, saltó a más no poder y cantó hasta dañar la voz.
Desde el más allá regresa la agrupación pidiendo escena urgente. Un regreso de estas características llama la atención inmediatamente. Y postula a los Fother Muckers en el Caupolicán como uno de los espectáculos rockeros del año.
Solo queda saber su futuro y si el cuarteto seguirá con este proyecto de amigos que trascendió a la historia de miles de personas. Un espectáculo emotivo, brillante y de gran sonoridad se convirtió automáticamente en una presentación histórica para la música de nuestro país.