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Marcelo Ríos se sinceró y habló sobre sus «privilegios»: «Pido perdón»

El ex tenista número uno del mundo, Marcelo "Chino" Ríos entregó una larga confesión en la cuál defendió la opción del Rechazo.

Marcelo Rios
Captura Twitter

El ex tenista número uno del mundo, Marcelo «Chino» Ríos entregó una larga confesión en la cuál defendió la opción del Rechazo, debido a la votación del Plebiscito de Salida y también pidió disculpas.

Antes de saber los resultados de la elección, señaló en su cuenta de Instagram: «Estamos a horas de saber cuál será el futuro de nuestro hermoso país. Han sido días de recibir muchas críticas, amenazas y descalificaciones. Yo sé que uno se las busca, pero lo digo ahora que las cartas ya están tiradas, que mis declaraciones y malos tratos fueron tratando de demostrar mi opinión a esta votación que se viene».

Continuó diciendo en su cuenta personal: «Pido perdón a la gente atacada y me doy cuenta que fue una batalla de tirar y recibir muy desgastadora. En fin, sólo queda pedir que lo que pase hoy nos una cómo país y volvamos a ser el Chile seguro, sin delincuencia, bonito y volvamos a sentirnos orgullosos de ser chilenos».

Palabras de Marcelo Ríos

Esto no es todo, porque Marcelo Ríos se refirió a la opción que apoyó y a sus «privilegios»: «Hace mucho tiempo que me atacan, por la única razón que para la gente resentida, yo no puedo opinar porqué lo hago desde mi palacio y vivo muy bien, lo que algunos llaman privilegios».

Además señaló según lo publicado en FMDOS.cl: «Yo les quiero contar que todo lo que tengo me lo gané a esfuerzo y nadie me regaló nada. Para mí y para la gente exitosa estos no son privilegios. Es una consecuencia a la sacada de chucha que me enseñaron mis padres y que lo hago en cada cosa que me propongo en la vida».

Finalmente reflexionó diciendo: «Privilegios son ser menor de edad y cometer delitos y quedar libre. Estafar a gente con plata y no cumplir tu condena y andar libre por la vida. Ganar 12 palitos de por vida si no me equivoco y no tener puta idea de gobernar un país y podría seguir. La gente exitosa no es casualidad y la floja tampoco».


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