ENTREVISTAS

Patricia Espejo: «Boric me gusta porque es sencillo que escucha a la gente, tiene una actitud muy cercana, al igual que Allende»

La secretaria personal de Salvador Allende, Patricia Espejo Brain, publicó sus memorias y conversó en #FuturoPSP sobre sus experiencias.

Patricia Espejo
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La secretaria personal de Salvador Allende, Patricia Espejo Brain, publicó sus memorias. Junto a ella repasamos en Palabras Sacan Palabras los hitos y anécdotas en el estudio de Radio Futuro.

«Puedo recordar hasta con detalle algunas cosas, fueron momentos difíciles, todo se fue a la basura con un 11 de septiembre tan horroroso. Estuve con Allende desde que llegó a la moneda hasta el último día, en el que me tomaron presa antes de entrar a La Moneda».

«Yo soy socióloga, trabajé de asesora en el hospital Salvador, después fui miembro de la Facultad de Medicina en la salud pública y ahí trabajaba “Tati” Allende, la hija. Le ayudaba en muchas de las cosas que ella no sabía, yo siempre quise trabajar para hacer algo por el futuro del país».

Palabras de Patricia Espejo

«Yo conocí al Doctor por casualidad. Una vez llamó al teléfono de la universidad, preguntando por su hija y yo contesté. En ese entonces era presidente del congreso. Ese mismo día me pidió que bajara a buscar algo y me pareció una persona muy cercana, muy alegre, muy lucida. El día que triunfa, Beatriz me empezó a pedir trabajos, la reemplazaba en algunas clases y ahí me fui incorporando al círculo cercano del presidente, sin yo saberlo».

«Un día de noviembre Beatriz me invitó a la moneda, y yo no sabía a qué, yo era socióloga, sabía de salud pública y medicina, pero no sabía que haría en un cargo de política. Ese mismo día Allende entró a la oficina con un escolta, y el doctor me vio y se acordaba de mí, se acordaba de todos, tenía muy buena memoria. El primer trabajo fue revisar los invitados del cambio de mando».

«Las medidas de seguridad eran muy fuertes. Días antes habían matado al general Schneider. Nosotros éramos los ojos de Allende para saber qué estaba pasando alrededor. También jugábamos ese papel de ser críticos, ya sea con el presidente, el equipo o los altos cargos de gobierno. Éramos tres compañeras, Tati, su hija, Payita, su compañera, y yo. Payita fue una persona que daba todo en el gobierno. Estuvo siempre al lado del presidente, era maravillosa, muy culta, era muy sencilla».

Salvador Allende

«Mi primer sueldo en La Moneda fue seis meses después que empecé a trabajar. Estaba entregada por la idea de tener una sociedad más justa».

«El gobierno de hoy es el de la esperanza, de la juventud. El presidente va a tener que enfrentar muchos problemas y debe tener un equipo entregado para poder lograr eso. Esta sociedad es la juventud de recambio y eso se parece a lo que nos pasó en la UP, espero que todos podamos ayudar de donde estemos».

«Un factor importante será la unidad de los partidos y de la juventud para que no pase lo mismo de la UP. Boric me gusta porque es un muchacho sencillo que escucha a la gente, tiene una actitud muy cercana, al igual que Allende. Yo estoy muy a favor de los jóvenes, Jackson y Vallejos son fundamentales en este proyecto».

«El Doctor empezaba muy temprano y te llamaba por teléfono para recordarte algunas cosas, tenía una unidad con uno de tú a tú. Allende nunca dejó de contestar una carta, él se preocupaba que dicho ministerio a la que iba dirigida respondiera. Nosotros le advertimos muchas veces de políticos que estaban fallando, lo hicimos con nombre y apellidos, incluso de partidarios propios».

Última conversación

«El día 10 de septiembre se reunía el Doctor con su para deliberar si llamaría a plebiscito. Fui esa vez y ahí me llamó para despedirme. Estaba con Pinochet y ahí mismo ese militar traidor le dice: “El Ejército de Chile estará con usted hasta las últimas consecuencias”. Después nos vamos y el doctor me dice “será verdad”, tenía sus dudas».

«Al día siguiente, tipo seis, siete de la mañana me llama su cardiólogo Óscar Soto, y me pregunta si al presidente le dio un infarto, yo me preocupo y parto a La Moneda, y antes de llegar, en Tomas Moro dos telefonistas me dicen que no pasa nada y me dijeron que tenían órdenes de no informar a las mujeres. Nunca nos imaginamos la crueldad de lo que pasaría. El golpe empezó por la Fuerza Aérea, el presidente tuvo un altercado unos días antes con un General» cerró Patricia Espejo.


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