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RESEÑA // «Ghostbusters: Afterlife»: una celebración familiar

Jason Reitman toma la posta de su padre para encabezar un relato que hace eco al pasado y que funciona como celebración de un legado.

Ghostbusters Afterlife
Columbia Pictures

“Ghostbusters: Afterlife” parecía, a simple vista, una película algo innecesaria. ¿Para qué volver a una historia y un mundo que de por sí se presentó en gloria y majestad de manera perfecta en junio de 1984 con “Los Cazafantasmas” dominando la taquilla? Mejor dejarlo ahí, o tendríamos como resultado algo como vimos el 2016 con ese divisivo remake que ha envejecido mal.

No, con los Cazafantasmas aplican otros valores. Y se tenía que recurrir a la familia. Jason Reitman, hijo del director Ivan Reitman y un respetado realizador por mérito propio, las riendas del proyecto y se embarcó en un viaje filial. Con un guión ágil que va haciendo eco de terrenos conocidos, “Ghostbsuters: Afterife” termina convirtiéndose en una celebración. Y lo es porque nos criamos con ella.

En lo personal, Los Cazafantasmas son parte importante de mi infancia. Perdí la cuenta después de la vez 50 que he visto la primera película y esas figuras de los Real Ghostbusters fueron mis últimos juguetes antes de que la música me tomara para siempre. Pero igual disfrazaba a Peter, Ray, Egon y Winston de John, Paul, George y Ringo, recreando la portada del “Sgt Pepper” con el resto de mis figuras. Esto para mí es un asunto personal y sabía que ver “Ghostbusters: Afterlife” me iba a dejar con las emociones a flor de piel. Ya tenía claro que lloraría en ciertos momentos.

Eso pasa cuando tienes algo que es parte de tu camino a tan corta edad, nunca te abandona. Y si a eso le sumas un relato cálido, con corazón, alma y guiños por doquier, es un verdadero deleite. Se nota que esta fue una entrega familiar, mucho de pasar la antorcha y llevar de la mano. Si, repite fórmulas e inevitablemente se siente a que todo esto ya lo vimos antes. Esa cruza de remake con secuela que las franquicias que tiran hacia adelante con el pasado como si la historia fuese circular. Pero “Ghostbusters: Afterlife” un relato bienintencionado y bien escrito sin duda. El homenaje de un hijo a su padre y a su legado sanguíneo. Y eso se agradece desde este rincón.

“Ghostbusters: Afterlife” se estrena en cines de Chile este jueves 16 de noviembre.


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