Una dupla de lujo se armó en este último tiempo, Colombina Parra y Silvio Paredes unen fuerzas en un primer EP debut llamado “Las Flores del Bien” y lo van a estar presentando el próximo martes 12 de octubre en el Centro Arte Alameda – Sala CEINA con dos funciones: a las 19 y a las 21 horas.
La música de este nuevo dúo fusiona la poesía y teclados de Colombina, con las bases electrónicas, arreglos y melodías del Chapman Stick de Silvio, armando una interesante e intensa mezcla de ambos mundos creativos. Una mezcla de rock, ruido y poesía.
En la antesala del lanzamiento, hablamos unas palabras con Colombina: “Me tiene muy motivada y contenta, porque es un trabajo que se gestó bajo ese momento de presión de este último año. Que todavía tenemos. Nos juntamos con Silvio y se produjo que nos conectamos y empezamos a hacer música casi sin darnos cuenta. Empezaron a aparecer unos paisajes sonoros de la mezcla de él con la mía, que son muy distintas. Yo a él lo admiraba mucho en Electrodomésticos y por lo que ha hecho toda su vida. Ahí se produjo una cosa mágica entre los dos que se tradujo rápidamente en música nueva”.
Agrega que “yo tenía unas letras que había hecho en la cuarentena, unas largas letras. Escribí mucho en el encierro, hice varios discos, también, que los he ido sacando de a poco, incluso hice una ópera que todavía no saco. Y entre medio apareció esto con Silvio, que se llamó ‘Las Flores del Bien’ porque no sé si alguno de ustedes sintió esa cosa de la falta de naturaleza en el encierro”.
-Me pasó.
-Cuando nos soltaron apareció en mí algo muy fuerte con las flores, con la naturaleza, volver a encontrarse con esas cosas que antes uno no las miraba ni las pescaba. Estaban ahí, pero no te producían algo tan importante en tus sentimentos y sensaciones, como después de la cuarentena. Entonces este disco y el proyecto se llama ‘Las Flores del Bien’. Yo andaba con esa frase y Silvio me dijo ‘ya, pongámosle así’.
-Uno ve el título y piensa en “Las Flores del Mal”, el libro de Baudelaire. ¿Algo de inspiración vino de ahí, dándolo vuelta?
-Sí, es un gesto. Yo me identifico mucho con las flores del mal, pero también con las del bien. Son como lo mismo. El otro día hablaba con un amigo mapuche y me contó que para ellos el bien y el mal no existen. Me quedé súper metida con eso así que tenemos que seguir hablando más adelante para seguir investigando.
-Por lo que contabas de la naturaleza, ¿cuál es tu relación con la naturaleza? ¿Es una fuente de inspiración constante?
-Es tan importante que cuando estuve en el encierro, aparte de hacer música, estuve pintando, y salían distintas cosas que tenían mucho que ver con la naturaleza. Pinté mucho el Parque Forestal, porque días antes que nos encerraran estaba el tumulto de jóvenes en Plaza Italia. Tirando piedras, en el estallido. Fui varias veces a meterme para ver cuál era la energía que estaba ocurriendo ahí. Que era algo que parecía bien caótico, pero en realidad era muy organizado. Lo que sentí alrededor no era rabia solamente, había algo como esperanzador. Y me puse a pintar lo que había sentido, que eran las personas como volando sobre la naturaleza del parque, los árboles. A través de esa imagen fue que llegué a hacer esta música con Silvio. En la cuarentena también había que tener una fantasía, para sobrevivir. Si no, te morías o te enfermabas. Nos empezamos a mandar cosas con Silvio y a hacer una música fantástica e ilusoria. Todo lo contrario a lo que yo hacía con Los Ex, que era decir la dura en dos o tres palabras, algo bien concreto: punk. Esto estaba en otro territorio, que me lo dio la naturaleza. La naturaleza no está hecha de una manera recta, es espontánea y tiene muchos recovecos. Mucho caos, pero un caos perfecto.
-Ustedes dos tienen un recorrido importante, de varios años, cada uno por su lado. ¿Cómo se armó esta dupla? ¿Se conocían de hace mucho?
-Siempre he tenido admiración por Electrodomésticos y Silvio, pero nunca me he atrevido a llamar a ningún músico para decirle ‘oye, me gustaría tocar contigo’. Me da vergüenza y pudor, no tengo las patas para hacerlo. Así que lo hizo mi esposo, José, que es productor y se atrevió a llamar a Silvio para invitarlo a tocar a una canción mía. Y cuando llegó, tocó una notas y al tiro nos conectamos. Así desarrollamos este EP en poco tiempo.
-¿Descubriste cosas en ti misma también?
-En este disco toco sintetizadores, cosa que no había hecho desde hace 30 años. A los 18 tenía un sintetizador y hacía música para películas… películas que no existían, las inventaba en mi mente y les hacía la música. Y ese proyecto nunca lo pude desarrollar porque después me metí en el rock. Era tan niña e insegura que fui a parar al rock de una manera que no busqué, caí ahí no sé cómo. Y perdí eso otro, esta música más espacial.
-Para el show, ¿qué se puede prometer?
-Silvio tiene pensadas varias cosas que las vamos a improvisar ahí. Vamos a hacer dos funciones, eso también es muy novedoso para mí. Y tiene que ver con la música de John Cage que estuve hacindo hace poco, música experimental, en que nada sale igual dos veces. Ese es el sentido, estar abiertos a sonoridades que se produzcan en el momento, que no sea todo tan planificado. También tiene que ver con el público que está presente, hay una conexión ahí entre ellos y el escenario.
Las entradas al concierto están disponibles en sistema Passline.cl. Ese día en el lugar también estará a la venta una única edición especial de 200 copias físicas.
Acá pueden escuchar una muestra del trabajo entre Colombina Parra y Silvio Paredes: