ENTREVISTAS

Alfonso de Urresti: «Alguien que guarda silencio (Sichel) es impresentable»

"Se cae toda la coherencia sobre los dichos de que era mala política pública", señala el senador respecto a los retiros de las AFP.

Alfonso De Urresti
Agencia Uno

Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el integrante de la comisión de Constitución de la Cámara Alta, senador Alfonso de Urresti.

Tras varias semanas de incertidumbre y reiteradas recomendaciones de expertos  para que se rechazara, con una clara instrucción desde el Gobierno a sus parlamentarios para que lo votaran en contra, finalmente se aprobó en la Cámara de Diputados el cuarto retiro de fondos de pensiones. El cuarto 10% fue aprobado por un estrecho margen de 94 votos, dado que necesitaba 93, y con esto continúa una difícil tramitación en el Senado.

Cuarto retiro a la Cámara Alta

“Es estrecho pero se consolida la votación para un proyecto necesario. Hay una crisis económica, una necesidad de recursos, y tiene una arista política, el gobierno perdió una confianza, ya que el oficialismo hizo retiros, aun diciendo que esa una política pública era desastrosa. El ministro de Hacienda hace que pierda veracidad el discurso. Él al momento del primer retiro, era funcionario de Codelco, de uno de los trabajos más cotizados”, señala Alfonso de Urresti.

Los dichos de Sebastián Sichel

“Alguien que guarda silencio (Sichel) es impresentable, se cae toda la coherencia sobre los dichos de que era mala política pública. Nos señalaban que era desastroso, que se iba a incendiar Chile. Hay un doble estándar, se pide no aplicarlo a otros, pero quien si lo puede hacer son ellos”, señala el senador.

“En primer lugar, nadie ha cometido algo ilegal, pero en la vida hay que ser coherente. Hay parlamentarios que votan por su convicción. Me parece coherente que alguien que esté en contra del retiro siempre y cuando no se haya beneficiado esta política que tanto se quiere anular”, agrega Alfonso Urresti.

“Pierde autoridad moral, se pierde cohesión. Yo puedo decir que no he sacado ni uno de los retiros, y mi voto ha sido por convicción por la gente de mi distrito. Hicimos puerta a puerta, los 10% lo usaban en una ampliación, en un vehículo. Eso potencia la economía de los pueblos. Es una ayuda para gente que perdió comisiones, sus trabajos”, añade.

¿Cuándo se ve el proyecto en el Senado?

“La próxima semana vemos el proyecto en la comisión, creo que se ganara 3 a 2 a idea de legislar, y en la Cámara Alta hay que convencer a senadores para que sea aprobado. Por otro lado, el ministro de Hacienda debe explicar por qué necesidad sacó su retiro”, acota el senador.

De momentos y oportunismos, según Alfonso de Urresti

“Hay una tentación sobre el momento y el oportunismo. Pero venimos con esta política hace más de un año, las condiciones económicas no han cambiado, si bien la crisis sanitaria se ha controlado en algunos aspectos, la destrucción de trabajos, empresas y emprendimientos siguen vigentes. Los retiros ayudaron a levantar la economía, y la cantidad de personas que te muestra el 10%, en mejoras en sus casas. Hay falacias con respecto a que la gente malgastaría su 10% en artículos innecesarios”, asegura.

“Esto no muestra solo una incoherencia, se comenzó con un bono de 60 mil pesos, lo que fue celebrado. Quizá un retiro de fondos previsionales no es la mejor forma de solventar necesidades, la manera más ortodoxa, pero la ausencia de políticas públicas es brutal”, agrega Alfonso de Urresti.

Voluntad de cambiar el sistema

“En algunos sectores no se ha entendido y no se ha tenido la voluntad de cambiar este sistema. Este es un sistema de ahorro forzoso donde cada mes nos descuentan un porcentaje importante. Entonces el desafío de la convención es renovar un sistema previsional.  Al establecer un sistema individual, cada uno quiere administrar sus fondos. Porque el sistema está deslegitimado”, estima el senador.

“Tenemos que reformar un sistema público y mixto, la legitimidad se gana cuando la personas saben que tendrán una buena pensión, así las personas no harían un retiro.  Se perdió la visión social, solidaria. Hoy la gente prefiere abrir un emprendimiento, comprar un taxi, para así generar recursos. Este modelo individualista fracasó”, concluye Alfonso de Urresti.


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