MALDITO ROCK AND ROLL

«Like a Rolling Stone» de Bob Dylan: la magia de lo fortuito

Recordamos la sesión en la que Bob Dylan, con la ayuda de sus amigos, hizo historia un 16 de junio de 1965.

Bob Dylan 1965

El 16 de junio de 1965, Bob Dylan escribió y grabó la que es considerada como la canción más importante dentro de la música popular. La que marcó un antes y un después en el lenguaje, en la composición, en el formato de canción, en la temática aplicada de las letras, en innovación, en espontaneidad, en pasión. Es “Like a Rolling Stone”.

Bob Dylan Like A Rolling Stone Single

Lo que pasa con “Like a Rolling Stone” es que es más que una canción. Es un acontecimiento. Es algo que sólo se dio una sola vez y ya está. Su origen viene de un impulso lírico que cantautor no podía controlar, en un período en donde se cuestionaba el seguir escribiendo canciones y tocando en público, en parte harto de la presión a la que estaba expuesto. Esto de ser considerado «la voz de una generación» y el nuevo prodigio de las canciones de protesta fue algo con lo que jamás se pudo identificar. Primero, pasó a escribir sobre cuestiones más personales, como el amor y las dudas existenciales, canciones que podemos escuchar en “Another Side of Bob Dylan” de 1964. Y luego, sin ningún tipo de reparos, a componer electrificado para “Bringing It All Back Home” del año siguiente. Pero las canciones ya no le interesaban. Y se puso a escribir prosa.

Bob Dylan y sus cerros de prosa

Escribía cerros y cerros de prosa, muchas veces incoherente en una primera leída. Toda esa verborrea de prosa lo llevó a preparar una novela llamada “Tarántula”, que no pudo completar porque le vino, como si fuese casi una inspiración divina, un impulso intenso que derivó en unas 20 páginas de pseudo estrofas para una canción. Escribió, linealmente hablando, sobre una chica que se queda sola, por su cuenta, como una piedra rodante. Fue ahí cuando, después de casi 2 semanas de haber vuelto de gira por Europa y firmemente decidido a retirarse, que se convenció de que lo suyo era escribir canciones y tocar. Era todo lo que quería hacer.

LIKE A RS SESSION 65 (Grande)

Así fue como, apenas 13 días después de volver de esa gira acústica por Europa, un miércoles 16 de junio de 1965, Bob Dylan fue al estudio de grabación para trabajar con el productor Tom Wilson en esa nueva canción llamada “Like A Rolling Stone”. En un principio era un vals al piano, con Dylan en la voz. Rápidamente, se convenció de que debía tocarla en 4X4, volviendo a llamar a Mike Bloomfield, parte de la Mike Bloomfield Blues Band, y uno de los blancos más virtuosos en la guitarra.

Al Kooper pasando a la historia

Para la sesión ya contaban piano, la base rítmica y el órgano Hammond, pero todavía no cuajaba. Después de varios intentos, entra en la historia el joven Al Kooper, un guitarrista de sesión fanático de Dylan. Kooper llevó su guitarra pero, al ver cómo tocaba Bloomfield, inmediatamente la guardó y se fue a la sala de control. Al ver que la parte del órgano no andaba del todo, baja al estudio y se sienta junto al teclado para tocar. Lo nota inmediatamente Wilson, quien le dice que vuelva a la sala de control; no lo dejaría tocar. En ese preciso instante llaman por teléfono a Wilson y Kooper aprovecha para quedarse en el estudio tocando el órgano.

Al Kooper

Como no se sabía bien la estructura de la canción, entraba un compás atrasado. Y su insistente y retrasado Hammond era justo el ingrediente que faltaba para que “Like A Rolling Stone” quedara perfecta. Al volver Wilson, no lo saca del estudio pero le baja el volumen de su Hammond. Dylan entra a la sala de control y le dice a Wilson que le suba los niveles, que eso era lo que faltaba y que se le incluiría. Luego, grabaron todos juntos una toma de “Like A Rolling Stone”. Una toma perfecta e impecable. Aunque se repitió varias veces, nunca logró tener la misma fuerza y la misma energía de esa primera toma. Esa fue la definitiva y la que se editó como single.

«Like a Rolling Stone» incendiando el Newport Folk Festival

“Like a Rolling Stone” dura 6 minutos y 13 segundos. En la etiqueta del sencillo, se puso 5 min 57 segundos, para que en las radios la pasaran al aire y no les pusieran problemas. Dylan la estrenó en vivo para esa emblemática y polémica presentación en el Newport Folk Festival, como un mes después de grabarla. La tocó con Bloomfield y Kooper más la base rítmica de la Butterfield Blues Band, y logró captar la espontaneidad de esa única toma, aunque todo estuvo manchado por las pifias y el desconcierto de un público que quería folk y les dieron rock.


Personalmente, creo que la mejor versión de “Like A Rolling Stone” que he escuchado está en el “Bootleg Series Vol 4 Live 1966”, el concierto completo del Free Trade Hall de Manchester. La escena se las he descrito varias veces: el grito anónimo de «judas» proveniente del público, el «no te creo… mentiroso» y el «play it fuckin’ loud!» como respuesta de Dylan para la más verborrea, vomitiva, desgarrada y animal versión que mis odios y sentidos hayan percibido.

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