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ESPECIAL // 10 grandes clásicos del jazz

En el Día Internacional del Jazz, destacamos joyas que han superado el paso del tiempo y que son esenciales en la música popular.

Jazz Especial

Hoy se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Jazz. Fue la Unesco la que estableció hace ya 10 años el 30 de abril como una fecha para visibilizar el jazz. Especialmente por sus valores universales, por lo que simboliza y fomenta, más allá de la música.

Y en la radio del rock, nos sumamos a los festejos y elegimos con pinzas 10 grandes clásicos del jazz, y que se han convertido en parte esencial de la música popular.

John Coltrane – Ascension (Edition I / Pt. 1)

Tan larga y sinuosa como la carrera de John Coltrane, se puede dividir en dos épocas: antes de la «Ascension» y después de ella. Este álbum de 1966, que consta de una pista única y continua de 40 minutos, marcó el final de la «fase bop de Trane y el comienzo de sus exploraciones en la vanguardia». Once músicos, incluido un joven faraón Sanders y Freddie Hubbard, recibieron rienda suelta en sus partes, sin notas, melodías o acordes preestablecidos. El resultado: un disco tan vital y vivo que no puedes evitar imaginar que una vez que la nota final se hubiera evaporado en el aire viciado del estudio, la banda habría sentido que acababan de crear historia.

Ella Fitzgerald y Louis Armstrong – Summertime

Con alrededor de un billón de versiones de la canción más conocida de George Gershwin, ¿cómo elegir solo una? Fácil: elegimos el que presenta a dos de los gigantes del jazz en la cima de sus poderes.

Miles Davis – So What

Miles Davis puede haber lanzado docenas de álbumes en tantos estilos, pero «Kind of Blue» (1959) sigue siendo su trabajo más accesible y completo. La pista inicial y destacada del LP comienza como un número de hard bop, todas líneas de bajo desgarbadas y trompas bravuconadas. Hasta que notas que los acordes de piano de Bill Evans se mueven como arena bajo los solos de blues, lo que hace que el propio líder de la banda corra por su vudú.

Nina Simone – Just in Time

La inconfundible voz de la Suma Sacerdotisa del Soul sale de loss paralntes como el humo de un cigarrillo: tenue y delicada, pero perdura hasta mucho después de que las notas se desvanecen. Espera hasta el final para escuchar la enorme variedad y profundidad emocional que nadie, ni Ella, ni Billie, pueden igualar.

Charles Mingus – Better Git it in Your Soul

De los muchos cuentos que se cuentan sobre el volátil bajista, el que marca a un compañero de banda con tanta fuerza que el pobre trombonista tuvo dificultades para tocar su instrumento tiene que ser el más horrible. Mingus fue intransigente hasta el punto de la crueldad. Y seguramente no ayudó a su banda que sus composiciones, como esta, fueran tan volubles como su temperamento.

Dizzy Gillespie – Night in Tunisia

Escrita a principios de la década de 1940, «Night in Tunisia» terminó siendo no solo la melodía más emblemática de Dizzy Gillespie, sino un auténtico estándar de jazz. Todos, desde Stan Getz hasta Miles y Charlie Parker, dieron su propio toque a esta melodía exótica y divertida que, en ese momento, definía esta nueva ola de jazz llamativa llamada bebop.

Billie Holiday – Strange Fruit

Un salmo para las víctimas del racismo en los Estados Unidos de la era de Jim Crow. Una protesta contra la violencia y el horror que se cernía sobre los estadounidenses negros como una sombra. «Strange Fruit» hace lo que hace el mejor arte: mostrar a la sociedad un espejo para revelar las verdades más desagradables. Es posible que Lady Day no haya escrito la letra de este grotesco poema, pero la forma cadenciosa e inquietante en que su voz acaricia los versos ha hecho que la canción sea suya.

Duke Ellington – In a Sentimental Mood

Aunque Duke Ellington compuso este clásico en 1935, es la grabación de 1963 con Coltrane la que se considera la versión definitiva, y el estándar de jazz más romántico jamás puesto a cera, punto.

Sarah Vaughan – Misty

«No puedo cantar blues … pero puedo poner blues en cualquier cosa que cante», dijo una vez Sarah Vaughan en una entrevista. Que es exactamente lo que hace con esta melodía popularizada por Johnny Mathis: darle la vuelta y dejar al descubierto sus emociones para que el mundo las escuche.

Ornette Coleman – Lonely Woman

En 1959, cinco años antes del lanzamiento de «Out to Lunch!», Ornette Coleman sembró las semillas de la vanguardia con «The Shape of Jazz to Come». Fue un disco histórico en muchos sentidos, una prueba de concepto que demostró cómo la meticulosa composición no era el único camino que conducía a la belleza. El jazz podría ser, debe ser, completamente salvaje y espontáneo.


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