ENTREVISTAS

Hogar de Cristo y Sename: «Lo que pasó ahí es síntoma de un sistema que está colapsado»

"Llevamos 24 años buscando promulgar una ley de garantías que es un piso mínimo y sigue ahí en el Congreso", señala su director, Carlos Vöhringer.

Carlos Vohringer Hogar De Cristo Sename Card Web

Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Carlos Vöhringer, director del Hogar de Cristo.

El reciente llamado de auxilio de un menor de edad captado en las afueras de un centro del Sename en Providencia, deja en evidencia las dudas en torno a la especialización debida para intervenir en situaciones que niños enfrentan en contexto de descompensación emocional en centros de este tipo. Estos se suma a la cruda realidad que muestra el estudio «Del dicho al derecho: Ser niña en una residencia de protección», del Hogar de Cristo, que analiza y visibiliza los estereotipos y la discriminación de género que sufren las niñas y adolescentes en residencias del sistema de protección del país.

Vöhringer se refiere al estudio: “Este informe es una denuncia a lo que están viviendo decenas de niñas y adolescentes en nuestro país, que están sufriendo explotación sexual. Este libro denuncia un sistema que no está protegiendo  tampoco está previniendo. Llevamos 24 años buscando promulgar una ley de garantías que es un piso mínimo y sigue ahí en el Congreso”.

El caso en el centro del Sename en Providencia

“Sobre el caso del niño del centro del Sename de Providencia, es un audio terrible, angustiantes y no es la primera vez que recibimos audios de este tipo. Tenemos que esperar que concluya la investigación, pero lo que pasó ahí es síntoma de un sistema que está colapsado. El sistema sigue no reparando el daño que trae y sigue victimizándolo. Los nos que llegan a residencias viene con una historia de mucha vulneración y traen traumas también. El tema es como se maneja y la especialización que necesitan todos los equipos y ahí hay una serie de debes para todos”, señala el director del Hogar de Cristo.

Carlos Vöhringer indica que “el 2017 realizamos el primer estudio y en ese momento el Estado pagaba la subvención de 300 mil pesos por niño. Hoy, por la información de transparencia, el mismo Estado está invirtiendo en sus propias residencias una cantidad superior a esto. Es un tema de recursos, pero en el pilotaje de estas residencias, te das cuenta que no hay un sistema de salud, de educación, de formación de equipos. Estas residencias necesitan profesionales muy especializados que en Chile no existen”.

“Entonces empiezas a ver que es el sistema completo es el que está fallando. En definitiva, no hay sistema. Cada uno se rasga con sus propias uñas y los niños no están al centro. No hay una ley de garantía piso para los niños ni para las familias. Una vez que un niño entra al sistema de protección es muy complejo salir de ahí. Nunca pensamos en un sistema preventivo. Historia de madres que han sido igual a la de sus hijas o sus nietas. Madres sin apoyo. Lo fundamental es elaborar un sistema preventivo que contemple vivienda, educación, salud. Hoy hay cerca de 5 mil niños, niñas y adolescentes en residencias de cuidado (…) Tenemos que avanzar a la lógica de la garantía de derechos”, añade.


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