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El «Señor Cara de Papa» ahora es género no binario

El popular juguete dejará de estar vinculado a lo masculino para promover la inclusión e igualdad de género.

Cara De Papa

El popular juguete «Señor Cara de Papa» ha sido un personaje emblemático en la infancia de muchos niños y adultos fanáticos de ‘Toy Story’. Pero hoy, el juguete no es como lo conocíamos, ahora es solo «Cara de Papa», todo esto con el fin de promover la inclusión e igualdad de género.

Género no binario

La expresión de género no binario se aplica a las personas que no se perciben como mujer ni hombre. Por esto, pueden identificarse con un tercer género o ninguno.

Aunque muchos y muchas se muestran reacios al lenguaje inclusivo, diversos estudios a nivel mundial han demostrado la violencia discursiva que genera referirse como él o ella a una persona que no autopercibe su género con ninguno de ambos.

El juguete ha evolucionado​

El cambio del emblemático personaje tiene que ver con la búsqueda de la inclusión y la disminución de la violencia discursiva. La marca busca adecuarse a los tiempos contemporáneos, de hecho, Kimberly Boyd de Hasbro, dijo a Fast Company que «la cultura ha evolucionado. Los niños quieren poder representar sus propias experiencias» para explicar el cambio en el nombre del juguete.

La compañía productora también reveló que esta implementación se realizará a partir de otoño —del Hemisferio Norte—, es decir, en septiembre de este año.

«Cara de Papa»

Le Cara de Papa, se comenzó a comercializar en 1952. Al principio no tenía tanta notoriedad, sin embargo, esta popularidad cambió cuando se convirtió en uno de los personajes centrales de la película animada ‘Toy Story’ de Disney Pixar.

El juguete interpreta a este señor gruñón con su amable esposa, la Señora Cara de Papa, quien lo convence de adoptar a unos adorables marcianitos de Pizza Planeta.

No es un sin razón que este juguete en particular haya comenzado su transición a la neutralidad, ya que es un artefacto desarmable que puede adoptar distintas apariencias. Boyd afirmó que es especial para niños y niñas de dos a tres años, «ya que les gusta disfrazar el juguete y luego representar aspectos de su vida. Esto a menudo toma la forma de crear pequeñas familias de papas, porque están aprendiendo lo que significa estar en una familia«.


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