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¿Por qué puede ser tan divertido presenciar la angustia de los demás? Hay un libro que lo explica…

"El placer de la desgracia ajena" de la inglesa Tiffany Watt Smith revela el origen de esta emoción tan común en un breve y entretenido ensayo. Si sigues a pensadores como Nietzsche o Homero Simpson, de seguro este libro es para ti...

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«El placer de la desgracia ajena» de la inglesa Tiffany Watt Smith revela el origen de esta emoción tan común en un breve y entretenido ensayo. Si sigues a pensadores como Nietzsche o Homero Simpson, de seguro este libro es para ti…

En una época políticamente polarizada, en la que los haters de Twitter, la «cancelación» y los videos de fails ya son una costumbre, parece más necesario que nunca revisar el origen de la alegría provocada por el fracaso de los demás, una emoción conocida por todos y que los alemanes han bautizado como Schadenfreude.

Estudios recientes han demostrado que sonreímos más ante la derrota de un rival que ante nuestro propio éxito. ¿De dónde proviene el regocijo por el infortunio de los otros? ¿Por qué puede ser tan divertido presenciar la angustia de otra persona? ¿Y qué deberíamos hacer al respecto? La historiadora de las emociones Tiffany Watt Smith responde estas preguntas en El placer de la desgracia ajena (Schadenfreude), ensayo que en menos de 150 páginas nos permite explorar con humor y perspicacia en esta emoción tan familiar.

En esta publicación la autora inglesa analiza el fenómeno social que ha dejado perplejos a filósofos y psicólogos durante siglos. Desde Nietzsche hasta Homero Simpson, revisando las últimas investigaciones científicas, la escritora revela cómo todos, bebés, monjas y tus amigos más confiables, disfrutan con la desgracia ajena, una sensación que puede evidenciar verdades profundas sobre nuestras relaciones con los demás y el sentido de quiénes somos.


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